viernes, 21 de marzo de 2014

Señales luminosas

A veces tengo miedo de perder de nuevo el Norte. Sé que tengo señales luminosas que me dicen la dirección correcta, que he encontrado un nuevo camino por el que, puede que se tarde más, pero se llega al mismo sitio... y aún así... aún así sigo cometiendo errores.
Sigo teniendo mis miedos, mis manías. Que ciertamente me conforman, pero que a veces me atenazan.

En general he mejorado y puedo mirarme desde el otro lado de la sala y regañarme.
Pero he salido díscola, yo que sé...

Así que de pronto pierdo los papeles y vuelvo a sentirme atrapada.
Reconozco que es algo muy primario. Si me preguntas qué quiero. Qué deseo... Qué es lo que conforma mi cadena de ADN... diría que salir corriendo.
De nuevo.

La rutina me gusta tanto como me asusta. Y a pesar de todo reconozco que vivo la rutina de forma positiva. Me tranquiliza.
Porque me mantiene ocupada.
Quizá por ello escribo tanto. Es una rutina al fin y al cabo.



Pero la vida no son líneas rectas. Son pequeñas cosas las que conforman el todo. Y sin siquiera darnos cuenta nos vemos inmersos en el futuro. En el presente.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El norte y yo solo quedamos los jueves..

Anónimo dijo...

A veces el norte no es realmente el norte... creo que el norte esta donde cada uno elegimos y dar un rodeo para llegar a tu destino es otra estrategia igual de buena...

Todos los caminos conducen a Roma, siempre existen desvíos, áreas de descanso e incluso zonas para merendar...

No hace falta que la aguja de la brújula marque la N... donde mires y tu boca esboce una sonrisa ese es tu destino, ese es tu norte...

Muchos besinos!!!!

Tatu dijo...

Que organizados Jordim, jajaja. Si te funciona no necesitas más :)

Tatu dijo...

Me has hecho sonreír con las zonas para merendar... ;)

Meditaré sobre lo que me has dicho, suena interesante :)

Muchos besos!!!

Te echaba de menos, pero hoy te veo mejor. O eso espero!