viernes, 14 de marzo de 2014

En el fondo marino - I

La luz de la luna se filtraba a través de la oscuridad. Láminas plateadas rompiendo la noche bajo las aguas. Y en la costa luces de casas que se agitan con la marea. Había pasado la noche enseñándole un par de trucos a un caballito de mar. Extendiendo el dedo índice y viendo cómo enroscaba la espiral de su cola alrededor. 

A pesar de mis experiencias anteriores con caballitos de mar, tenía que reconocer que éste era realmente un encanto. Poco comunicativo, pero un encanto. Prefiero pensar que prefería escuchar... 
Le sonreí cuando volvió a enroscarse atento a mi señal. Los peces de colores apenas destacaban en la oscuridad. Pero estaban ahí. Enredándose en mi pelo, rozando mi cola, haciéndome reír. Sutiles pero constantes. Una nunca puede fiarse de un pez de colores... no conocen la vergüenza.

Estaba a punto de romper el alba. El color del agua pasaba del negro noche a tonos imperceptiblemente más suaves. La luz se filtraba haciendo brillar un mundo de colores en movimiento. 
Corales, peces de colores y mi caballito de mar. Me recordaba a otro momento y otro lugar. Sonreí mientras me deslizaba por el agua.

Como algunas mañanas me dirigía hacia la costa, hacia una cala conocida. Me encanta ver la luz de la mañana, y ocasionalmente salir a tierra firme. Tal vez no hubiese tenido mayor importancia... ya sabes, un paseo más, un baño de sol y de nuevo desaparecer sin dejar rastro... pero está vez algo era diferente.


Por un momento me sorprendió ver que algo por debajo de mí había un hombre... (el neopreno se ajustaba a su cuerpo de modo que eso era fácil de apreciar) y estaba sólo. 
Las burbujas subían a la superficie y cuando me rozaban notaba un cosquilleo por todo el cuerpo. Algo en su forma de moverse me resultaba familiar... y sonreí casi sin ser consciente, pero en cuanto di un par de vueltas a su alrededor me di cuenta de que estaba apurando su tiempo más de lo que debería.

Él miró alrededor hasta que su mirada chocó con mi cuerpo. Parecía desorientado, sus manos chocaron con su careta en un intento de frotarse los ojos... ¡¡Por todas las algas del Atlántico!! ¿Cuánto tiempo llevaba aquí abajo?? Sus movimientos empezaron a perder coordinación... tal vez empezaba a recordar la última vez que nos encontramos... esto estaba empezando a convertirse en una mala costumbre. 
Grité llamando a Lily, un delfín al que le gustaba esta cala, aunque ahora no parecía estar cerca.
Vi en sus ojos que no entendía mis palabras, aunque sí era consciente de que yo estaba hablando. Está bien... situaciones desesperadas exigen medidas desesperadas... 
Sabía que no podría llegar a la superficie por sí mismo, y que yo no podría ayudarle con el peso de las bombonas y demás. A pesar de ello me acerqué y tiré de su cuerpo hacia arriba... para lo que quería hacer necesitaba estar más cerca de la superficie, aunque posiblemente no lograra estar los suficientemente cerca.

A medio camino el esfuerzo empezaba a pasarme factura y el ascenso estaba siendo más lento de lo esperado. Me paré, coloqué ambas manos alrededor de su cara y le miré a los ojos. Por un momento detuvo el movimiento de su cuerpo, pero no supe con certeza si se debía a la falta de oxígeno o a que le costaba aceptar que esto era real. Coloqué el dedo índice delante de mis labios... y le quité el tubo respirador.

Antes de que tuviese tiempo de reaccionar acerqué mis labios a los suyos y le di un beso suave, apenas un par de segundos, que lo cambió todo... Aunque él aún no parecía consciente de la diferencia. Escuchó mi risa, y en su aturdimiento se notó más ligero cuando dejé caer la botella y los plomos. Volví a tirar de él pero esta vez sabía que el tiempo no iba en mi contra.

-¿En serio has tenido el descaro de tomarte un zumo de naranja aún sabiendo que la última vez te escaqueaste antes de traerme ninguna pieza de fruta?

No sé si te sorprendió más ser capaz de escuchar mi voz bajo el agua... que supiera que habías tomado un zumo antes de la inmersión... o que tu cabeza empezaba a recordar de qué te estaba hablando...

5 comentarios:

MaRía [Capri ] dijo...

mmmm
me dejas intrigada

supongo que sigue...

Anónimo dijo...

Buena ficción, voy a hurgar más por aquí.

Tatu dijo...

Sí que sigue Mar-ía. Son dos relatos.

En realidad eran cuatro, dos con su punto de vista, y dos desde el mío... pero sólo voy a publicar lo que escribí yo.

:)

Tatu dijo...

Hola jordim :)

Me alegro si te gusta. No se que decirte, el blog es un poco de todo. Hay un relato anterior de este estilo que es algo así como el origen de la historia, y falta el final de esta.
Por lo demás, son desahogos, pensamientos, recuerdos...

:)

Anónimo dijo...

A pesar de todo lo que hay en estas letras no puedo evitar sonreír... Siempre nos hacía sonreír...

Muchos besinos Sirena!! :)