jueves, 21 de agosto de 2014

La estela de un barco

Es el verano más callado desde hace varios años...
La realidad es que cuando inicias un cambio no lo realizas a solas. Arrastras, sin saberlo y tal vez sin pretenderlo, a mucha gente. A todos aquellos que te rodean.
Y si encima no hay un "malo" oficial. Una culpa que radiar... es posible que dejes una sensación de inestabilidad a tu paso, como la estela de un barco.
Son cosas que se huelen en el ambiente, como un rastreador olfateando a su presa.
Las madrigueras se cierran a tu paso, y se espía tras los visillos.

No sé que terreno piso, aunque algo voy entendiendo.
Como todo en la vida, es cuestión de apariencias, y está claro que aparento un poco más de lo que hay.
Que ironía...

Y mientras eso ocurre yo trato de encontrarme. Porque aunque lo parezca, apenas sí lo logro.
Definirme yo.

Creía que era tarde, pero tal vez... no hubo mejor momento.

Cuando nada es lo que parece

Cuando nada es lo que parece 
sólo te queda agarrarte a tu fe.


A pesar de todo
De los miedos tontos,
de los que se sustentan,
de los que me inculcaron
de los que otros vaticinan.
...
No queda otra.


Y a cada paso
el paisaje cambia
ya no están los mismos.
Ya no son los mismos.
Yo no soy la misma.

AGUA
AGUA QUE FLUYE
AGUA QUE RIEGA
Y QUE SE CUELA

AGUA
AGUA QUE INUNDA
QUE TRAE LA VIDA
AGUA QUE AFLORA

miércoles, 20 de agosto de 2014

Había una vez...

Había una vez un bosque lleno de vida. Las estaciones pasaban por él cambiando su aspecto, pero en el fondo el bosque siempre era el mismo.

La primavera sacaba sus colores más vivos. Pequeños brotes surgían por doquier y pasos ansiosos recorrían sus recodos. El cielo se empezaba a ocultar tras las hojas verde jade. Altos como lanzas, los árboles se mecían al viento y semillas volaban sin rumbo.

El verano era caluroso, pero a su cobijo no lo aparentaba. Las copas de los árboles tapaban el ardiente sol y la escasa brisa que soplaba se colaba entre los troncos, bailando una danza cansada. Cierto sopor se adueñaba de las horas centrales del día y por la noche el baile se retomaba entre ramas y troncos. El suelo verde oscuro frente a un cielo lleno de estrellas.

El otoño aparecía sin ser visto. Se colaba noche a noche y una tarde la piel vibraba al sonido de las hojas bailando una danza mágica. Y la brisa se tornaba viento que jugaba con las hojas, con las ramas. Olor a lluvia que prometía llegar. El cielo que cada vez más se entreveía entre las ramas en forma de rayos de luz. Y las ramas desnudándose.

Y el invierno era blanco silencio. Con pisadas en la nieve y plantas que resistían. Era el viento ahora ventisca y la luz apenas día. Lunas llenas que iluminan troncos desnudos y otros perennes.


Y así sin más, una y otra vez jugaban las estaciones.

domingo, 17 de agosto de 2014

Cuento para no dormir

Salió de la casa. Se ahogaba. hacía calor y no podía dormir. Se encontraba sola y tampoco iba a despertar a nadie si hacía un poco de ruido. Se había sarvido un poco de agua fría en un vaso alto y lo bebía a sorbos pequeños.
Se sentó cerca de la piscina, que emitía cierta sensación de frescor.
Miró el reflejo del agua. Había luna llena. la oscuridad no era tal. El mundo era visible en diferentes tonalidades de gris, incluso el plata.

Estoy cansada de estar cansada, pensó. Aunque teniendo en cuenta la hora que era y dónde se encontraba, no era posible otra cosa. Que pena.
Tuvo una vida antes. Una vida en la que soñó ser feliz. Creyó en los cuentos. En las hadas. Tal vez en los príncipes. Pero todo eso se desvaneció de pronto.

Bebió un trago de agua fría. No quería dejar de creer, de soñar. Sentía que en su mayor parte había sido culpa suya. Posiblemente había tratado de engañar al príncipe. De hacerle creer que ella era exactamente como él esperaba. Pero... no puedes fingir eternamente. Puedes desear que dure eternamente, pero al igual que una pose para una foto, todo tiene un límite.

Ella no era una princesa. Tampoco era una cualquiera, como había llegado a sentirse. Pero cada uno encuentra soporte en lo que puede. No podía enfadarse con él. Aunque durante un tiempo lo había estado.
Sí. Estuvo muy enfadada con su príncipe. Lo estuvo porque él no la quería como era. Siempre le decía... "Te quiero. Pero no deberías hacer esto... o ser así... o hablar de esto".

Llegó un momento en que ella dejó de ser. Sólo veía ante sí el cúmulo de cosas que no eran aceptables. Y se sentía desgraciada. ¿Por qué había él fingido que la quería por ella misma? ¿Acaso cuando la conoció... antes de decirle todo lo que deseaba que cambiase... no había encontrado algo que le gustase? ¿Nunca?
Posiblemente había sido mutuo.

Sólo eran cosas que él necesitaba.
Quería ser su centro.
Quería que ella sólo le amase a él.
Que jamás pensara en ninguna otra persona.

Y ella le amaba.
Y para ella él era su centro.
Pero no podía evitar pensar. O sentir.
No deseaba cambiarle, pero imaginaba otras historias.

Y simplemente él dejó de quererla.
Tal vez no se dio ni cuenta.
Le decía que la amaba, pero reclamaba sus peticiones.
Las pedía bien. Amable. Dulce.
Y ella trataba de explicarle...
Y él se encerraba en su dolor. En su rabia. Se carcomía.
Y ella se encerraba en su dolor. En su pena. Se encerraba en sí misma.

No podía recordar muy bien qué ocurrió después. Le dolía la cabeza al recordarlo.
Recordó sus últimas palabras: Ya has conseguido lo que querías. Vete sola.

Y se preguntó qué era mejor. Qué hubiese sido mejor.
Sabía la respuesta... de él. "Cambiar. Olvidarte de todo lo demás. Estar a mi lado". Pero ya no sabía su propia respuesta.

Y de nuevo él había vuelto a pedírselo. Y ella había vuelto a intentarlo. De nuevo aquel juego eterno que nunca acababa. Tan sólo les consumía.
Y de pronto ella había decidido, que no merecía la pena ser nada.
Y se dio cuenta del paso del tiempo, y el miedo apretó su vientre.


Y habían mil poemas, escritos de ese día
Diciendo tantas cosas que ahora ya no valen
Que ni siquiera importan
Tinta sobre el papel...

Una de prólogos

"Estoy tan cansada".
Era la frase que se repetía una y otra vez en su mente. Si bien el espejo le devolvía la imagen de una mujer joven, los círculos bajo los ojos indicaban que sí estaba cansada.
Lo curioso es, que el cansancio era más emocional que físico. Pero aún así su cara lo mostraba.

Era hermosa a pesar del oscuro que rodeaba sus ojos. Ojos profundos. Del color del agua en una tempestad. Quizá por el reflejo... una vez fueron del color del mar tropical.
A veces sentía ganas de llorar; era cuando su silencio se hacía más pesado. Entonces sus ojos eran como borrascas.

La piel blanca acentuaba sus rasgos suaves. Su boca carnosa, siempre dispuesta a una sonrisa. "Si la llevas siempre encima seguro que no la pierdes". Y ella no estaba dispuesta a perderla.
El maquillaje hace maravillas y no todo el mundo se para a leer los ojos, así que para el resto del mundo Anna era mujer feliz.

Cada día era igual al anterior, y ella se ponía su sonrisa, y disfrutaba de ver un mundo rosa. Y si bien no lo conseguía, si hacía que la gente viera el mundo que ella soñaba.
Tenía amigos que la llamaban. Risas en un bar. Familia que incordiaba...

¿Por qué sentía ese vacío?
Algunas preguntas no pueden ser contestadas con una simple respuesta. Algunas preguntas se contestan a sí mismas.

Anna era capaz de mantener su sonrisa y su entereza casi todo el día. Pero no era real. Y cuando estaba a solas una frase se repetía en su cabeza: "Estoy tan cansada".
Y a pesar de eso seguía adelante. Porque la vida es esa cosa que se empeña en seguir, estés o no preparado.

Anna no tenía pareja, pero sí algún que otro encuentro ocasional.
Estaba enfadada con el mundo, pero luchar contra él no iba a ayudarla. Se conformaba con seguir adelante.

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Y tras esto comenzó Viernes.

Un día como otro cualquiera Anna salió del trabajo. Eran las siete de la tarde...

Ya se ha acabado

Es cansado descubrir que son ciclos
y que es siempre igual.

He tratado tanto tiempo de esconderme 
que ahora me da miedo afrontar las cosas.
Cambiar es parte de la vida.
Morir también.

Pero estoy viva
y me toca seguir.

He descubierto que el amor
son cuatro letras que ya no logro unir.
No es culpa suya,
siempre fui yo.

He sido yo.

Ya se ha acabado,
aunque sigamos.
Ya lo sabemos,
aunque callemos.

Y al menos ya me he puesto un objetivo...

jueves, 14 de agosto de 2014

Yo me lo invento

Y entonces... sin saber cómo... 
todo vuelve a su sitio sin hablarme.
Y a veces... sin entenderlo...
sigue girando un mundo que no es mío.
Y entonces recuerdo que estoy viva
y que es la vida sol, luna y estrellas.
Que el polvo de hadas ha existido
y que los sueños tejen el futuro.

Y sin más sentido me impongo ser feliz.

Se me cansan las ganas de enfadarme con el mundo
De ser la que se queja
Aunque lo haga siempre

Ya nada es lo mismo
Pero es mejor
Y si no lo fuera
YO ME LO INVENTO
Pero no atento
Contra mi ser




Me permito soñar

Me permito soñar un poco cada noche. 
Me permito fingir que existe el día. 
Me imagino una luz que me ilumina. 
Que ilumina otros rostro y otra vida.
Me permito soñar un poco cada día.
Y sentir el aroma de otras noches.
Tan eternas que duran para siempre.

Me permito soñar, pero muy poco.
Porque anhelo una vida que no es mía.
Y que acaba doliendo en demasía


martes, 12 de agosto de 2014

Quédate

Miraba sin ver aquel vacío. Sintió la mano que le acariciaba.
-Quédate… -murmuró.
-No puedo.
Fue un lamento quedo. Ella estaba a su espalda.

Un profundo trance

El mediodía hacía que el sol perdiera su color. Nube Blanca estaba sentada con las piernas cruzadas a la sombra de un pequeño árbol. Su mirada se perdía en el horizonte. En la bruma temblorosa que el calor del día levantaba.

El viento, perezoso, le acariciaba la espalda.
Tras ella, el poblado parecía sumido en un profundo trance a la espera de la caída del sol.

domingo, 10 de agosto de 2014

Día 3 - Bajón emocional

Hoy ya puedo ver de cerca así que escribo sin problemas. Lo que no puedo es ver de lejos así que es el día que más tentada me siento de pedir mis antiguas gafas.
Además hoy he tenido un momento de bajón emocional. Seamos sinceros, ni siquiera he podido salir de casa. la luz del sol me hace guiñar los ojos y me ciega a pesar de las gafas de sol. Y por si fuera poco está mis... bueno, está la realidad, que una vez ha comenzado a andar sigue por inercia.
Sí la verdad es que uno tiene que ser consecuente y aceptar las cosas que ha iniciado. Y lo digo con amargura porque si no se me hubiese llenado la cabeza de pajaritos no hubiera llegado hasta aquí. Es un buen momento para hacer autocrítica. Total, ahora mismo no veo apenas de lejos (ya me lo advirtió el médico) y tampoco muy bien de cerca.
La realidad que me ha traido aquí empezó hace muchos años. (...) No llevo bien la presión y mi actitud acabó siendo pasivo-agresiva. Eso me provoca bloqueos cuando siento lenguaje brusco. (...) Simplemente soy hipersensible.
Eso me llevó a malas decisiones, y a otras no tan malas pero algo injustas. No para mí, sino para los que me rodean.



Mi pareja es un hombre estupendo, pero que no me entiende. Y aún así siempre me ha apoyado. En todo. Sin preguntas. Y ha aguantado mis crisis. Porque sí, yo soy estupenda, abierta, alegre, fuerte, enérgica, cariñosa, sexual... bla, bla, bla. Pero la verdad es que tengo puntos muy malos. Momentos en los que me enfado con todos incluida yo misma, y en los que soy muy injusta. Muy injusta.
Momentos donde siento que no tengo química con mi pareja, y donde siento que no le quiero, le adoro pero a otro nivel. Que podemos tener sexo, pero a otro nivel. Que podemos tener sexo, pero que me falta algo.

Y sé que es injusto porque él aguantó mi depresión. Con todo lo que eso implicaba. Y el trató de acompañarme cuando le propuse ser swinger. Pero no es capaz. Él... es tradicional. Es posesivo. Y lo que es peor... él se siente inseguro con respecto a mí.
Y no sé hasta que punto tenga razón.

Y yo tengo miedo porque la realidad es muy amplia. Y me duele que en el fondo él no sea feliz por mí.  Él cree que yo merezco ser feliz. (...) Pero yo no sé si esa felicidad existe o es parte de mi imaginación.

En cierto modo la parte emocional es la que menos me preocupa. No estoy segura de tener la paciencia o la suerte de encontrar a una pareja que merezca la pena más allá de la que tengo.
Mi prioridad es trabajar. Estudiar.
Mi diplomatura es papel mojado dada mi incapacidad para darle uso más allá de los primeros años tras conseguirla... y ya van demasiados. Así que veremos. Veremos...

sábado, 9 de agosto de 2014

Día 2 - Me he sentido muy Paris Hilton

Por la noche.
De nuevo ojos cerrados.
Escuece.
Y molesta.


No veo de cerca porque han vuelto a dilatarme la pupila y de lejos veo... así, así.
Según el doctor mañana o pasado veré peor. Y de ahí para arriba. Pero en cinco días me quitan las lentillas de protección y otra vez ligero empeoramiento. Madre de Dios, esto es larguísimo!!!

Lo malo es que escuece y que no veo de cerca. Y el asunto de los brillos tiene su gracia. Me he sentido muy Paris Hilton antes en el baño cuando he tratado de mirar la hora en mi reloj de toda la vida. Aquello brillaba cual joya llena de diamantes (lógicamente hablo desde una imaginación bien asentada, jojojo). Así que he empatizado con la empresaria (hace tiempo que dejé de considerarla una niña tonta). Entiendo lo de las gafas de sol en interiores. Hay que mirar la hora!!

Y mi hora me dice que hay que cenar. Tengo hambre y necesidad de llenar el estómago antes de ingerir mi primer Nolotil del día (ya dije que soy poco afín a las drogas) y así garantizarme un sueño profundo y placentero.

Con que poco me conformo...

Besos....

Día 1 - Escribir es mi terapia

Estar  con los ojos cerrados es un peñazo.
La verdad es que estoy escribiendo con los ojos cerrados lo cual es bastante chungo, jeje. Pero es mejor que seguir escuchando la tele. Ya van casi nueve horas desde la operación, y lo único bueno es que las drogas (todas legales) me han permitido dormir durante varias horas. Eso sí ha sido divertido. Lo que un Valium y un Nolotil pueden hacer en un organismo de 50 kg y casi no acostumbrado a algún que otro Ibuprofeno esporádico es... interesante.
Más que de una operación de miopía parecía salida de una Rave con acceso a estupefacientes. Lo juto, los calmantes son demasiado para mi body. Y eso seguido de otro Nolotil a las 6 horas... oh la la.

Pero dejando atrás la parte narcótica de mi operación, estoy aburrida. ojos cerrados y precaución es un sinvivir. Ya veremos si luego logro entender lo que escribo.


Pero al menos me he entretengo. Me repito, es normal, me interrumpen y pierdo el hilo. Por no decir la línea, jajaja.

Lo que más me preocupa ahora mismo es que no veo de cerca y eso no me gusta un pelo porque yo soy miope... y eso no me pasa. Sé que hay una razón técnica y es que me han dilatado los ojos y la última cez ese fue el efecto. No ver de cerca.
Mi marido dice que soy muy buena paciente, yo repito... que son las drogas. Quién me iba a decir que un Nolotil iba a tener semejante efecto. Menos mal que a pesar de mis manías adictivas a escribir sin control, las drogas (legales o no) no me seducen.
Así que aquí estoy, con un boli y una libreta y escribiendo a ojo de buen cubero, o lo que es lo mismo... garabateando sin sentido. Oye, es terapéutico. Si luego lo entiendo, lo transcribo y le hago una foto. La increible mujer que escribe aún sin mirar (sólo hace dos horas de mi último Nolotil, no tenérmelo en cuenta).
Y mientras tanto mi cabecita hilvana historias divertidas.

Bueno también me rondan ideas lujuriosas... porque eso siempre está. Pero esas son para otro momento.

Ayer tuve una conversación con una persona que no cuadra conmigo. La verdad es que son cosas que pasan. Y eso me dio que pensar. Porque a veces te das cuenta de que hay personas, que aun siendo estupendas en sí mismas (según mi pensamiento casi todo el mundo lo es) te hacen sentir mal contigo misma. O tú lo haces con ellos.
Lamentablemente eso me ocurre con esa persona. Pero bueno es que nadie, o más bien nada, nos obliga a tener que prolongar nuestra relación.
Y por qué escribo esto ahora... buena pregunta.
Porque me quedaban dos opciones. Creer que quiero gustar a todo el mundo o creer que no le gusto (o no debería gustar) a nadie. Y no es así. Creo que hay personalidades que se repelen y otras que se atraen. Como los imanes.
Son fuerzas que no siempre pueden controlarse. Y en este caso yo he encontrado a alguien cuya polaridad se repele con la mía. Y, en mi caso, el efecto es fuerte. Es hasta una reacción física. Algo, que lamento.

Como buena descendiente de un hombre de ciencias no he llegado a esta conclusión tras un primer impacto. He realizado un estudio de campo.
Una se aburre más de lo que parece y he conseguido una segunda situación con los mismo parámetros que la primera (o muy similares) y el efecto ha sido el mismo.
Lo hice por mi. Y desde luego sin ánimo de molestar.

Supongo que también se debe dar el efecto contrario (nunca me ha pasado). Esas relaciones en las que te sientes bien sin saber porqué. Bueno, sí me ha pasado.
Hay gente con la que conectas sin más. Y es gente que no tiene nada en común contigo. Gente que aunque no sabes porque conecta contigo. Pero lo que es más importante: gente que te hace sentir mejor persona. Que no te pide nada a cambio aunque no siempre entienda tus reacciones.
Lógicamente es poca. Y tal vez sean momentos. Pero merece la pena sentir eso.

Lo que más he odiado en esta vida a sido tener que demostrar a cada instante que merezco la pena. Y así acabó ocurriendo.
Llegó un momento en que dejé bien claro que no lo hacía. No lo haré nunca, así que deja de pedírmelo.
Y lo malo de las costumbres adquiridas a temprana edad es que casi se convierten en innatas.
Aquí nadie fue malo, más bien fuimos polaridades opuestas obligadas a vivir pegadas. Y nadie salió bien parado.

Pero la vida es muy larga y, como el agua, se empeña en buscar la salida. Filtrando entre las rocas, arrasando a su paso, erosionando rocas o arrastrando guijarros. Y llegó un momento en que aprendí a mantenerme a flote. Con un coste alto, eso sí.
Pero como otro de mis defectos es la exageración, habría que coger esto con pinzas. Eso y la negación.

Esto se está volviendo personal. Escribir es mi terapia. Da igual que sea del alma, que de una operación de vista.

viernes, 8 de agosto de 2014

La inactividad es muy mala

He decidido poner una muestra de lo que hice los tres primeros días desde mi operación.

Esta es mi primer día, y, tal cual reflejan mis letras, llevaba nueve horas con los ojos cerrados.
Hay que decir que entre el valium y el nolotil apenas noté el paso del tiempo....
pero en cuanto salí de mi letargo empecé a ahogarme.

La inactividad es muy mala. 
Y mi actividad es principalmente mental...



 El segundo día fue parecido, porque volvieron a dilatarme la pupila en la revisión. No duele, pero te ciega... como la fama, o eso dicen.
Aproveché para divagar, que me sale del alma.


El día 3 ya era otra cosa.... aunque estaba algo saturada.
Nada que un poco de papel y boli no solucionen.


Y el cuarto escribí un relato semi-erótico, que hasta para eso ando a media asta, aunque ahí poco tiene que ver la vista...

Besos :)

martes, 5 de agosto de 2014

con mono de escribir

Hoy es martes. Dudaba que fuera a estar aqui porque mi operacion esta resultando pelin costosa. casi parece la Historia Interminable en version ibera. y digo esto porque yo tuve un dragon... Como escribo desde el movil vamos a olvidarnor de los acentos (esos grandes damnificados) y ciertas mayusculas. Porque ademas veo borroso. e intuyo mas que controlo lo que escribo. ah. y olvidemos el punto y aparte. no me hace ni caso.asi que agradable lector, no me lo tengas en cuenta. // Total. que en mi ceguera transitoria (y mucho ademas) he tenido tiempo de darle vueltas a todo y a mas.... y de acabar en el mismo sitio., supongo. cuando haga mi regreso es posible que transcriba ciertas paginas escritas los primeros dias en una libreta con los ojos cerrados... porque era eso o volverme loca. Hablar no fue opcion. prometo incluir fotos de los manuscritos. // Tambien es posible que vuelva a incluir el bendito blog un tiempo en mi perfil. dicho de otro modo... a legalizarlo y decir. oigan escribo erotica pero tb me disperso que no veas... y ando jodida. en un mundo de exito admitirlo es una cosa que libera. o como minimo ya no pesa. pues si. y es posible que sea cosa mia... pero  quien dijo que la crisis de los 40 solo les afecta a los hombres... Eso es falso. y eso que aun me quedan algunos años. pero me ronda. y yo. que no vivo en Sevilla. ni en Gerona (esto es un chioste privado.) pues me he perdido. Sin costa y sin rio. // pero mira... seguiremos con un pie delante del otro. Y como dice Melendi. ... y flotan porque el agua esta salada. salada porque brotan de mis ojos. lagrimas desordenadas.... Lagrimas por mi y por el. que al fin y al cabo no hay culpables. (y en todo caso yo siempre grito mas alto. lo que no es ninguna virtudp. // por el camino he encontrado con quien hablar. y he dejado a otros atras. porque en serio... ni yo le voy a gustar a todos ni lo pretendo. y si no funciona... cada uno por su lado y tan amigos. // pero ahora tengo claro un objetivo. y eso es positivo. // besos.... Tatu