Para la hadita... y sus papas..

Las gotitas que tus ojos derramen, que sean pequeñitas...
que las tenemos que apilar.., esas sirven , pero sirven todavía más
la de tus sonrisas, seguro que esas brillaran más...

Las apilamos despacito, una a una, en filas pequeñitas...
pequeñitas y muy finas, para que la luz penetre más....
Así muy bien, mira como brillan, lo rayos de luz les pegan ya.....
rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta., los ves..
El rojo de la vida, que te abraza con fuerza al soñar,
naranjas que en tu casa, te están esperando, no puedes tardar,
Los amarillos que en tu ventana, el sol te colocó, sentados están..
Verde es la esperanza, es un camino que recorres sin parar,
Azul que te da la calma, pronto en la piscina estará..
el añil del chichón, seguro en violeta del susto se tornara..
las voy cogiendo, una a una, pero necesito mas....



Pd. Me lo contó la libélula, ya en la cajita volvió a entrar...,

M

Este texto no es mío. Este texto fue una de las muestras de cariño que me llegaron y lo tengo guardado desde aquel día.

Un beso enorme y muchas gracias!!!!

Hoy hace un año

Hoy es uno de esos días raros, de los que no puedes desprenderte tan fácilmente.

En cierto modo haber llegado hasta aquí es un triunfo, pero al tiempo me siento algo culpable por no haber sido capaz de olvidar la fecha, tal y como mucha gente me dice.

hoy, 

hace un año

que mi hija

volvió a nacer

Hoy hace un año que una caída tonta nos llevó al hospital...

Hoy hace un año que las horas se detuvieron y se convirtieron en denso aceite que te ahogaba...

Hasta llegar a un quirófano.

A las tres de la mañana de esta noche hará un año que ella se agarró de nuevo a la vida

con cuarenta puntos en el cráneo

y de pronto todo se volvió ridículo...

Ridículo porque el miedo que sentí es indescriptible...

hay mucho que podría decir, pero no merece la pena

Pero ahí estaba ella

diluyéndolo segundo a segundo.

Aparte de una gran cicatriz

oculta bajo su indómito cabello

lo que queda de aquellos días

son

algunas fotos...

Y sólo puedo decir que al ver esas fotos

lo único que siento es ternura

y

ganas de sonreír

Porque en ellas veo a una niña feliz

ajena a mi miedo

Una niña que sigue siendo una inconsciente

y a la que no he frenado sus instintos

porque las cosas pasan

y ella merece ser feliz

y no cargar con el miedo

de algo que ya pasó.

Eso ya me lo quedo yo

que al fin y al cabo

lo mantengo controlado.

Bueno, necesitaba esto. Desahogarme, aunque en el fondo no haya dicho nada concreto. No se. Algunas cosas se te meten ahí y necesitas soltarlas, aunque sea una vez al año...

Mi primero

Tal día como hoy
Fue mi primero
Un cambio real
Muy deseado
Se hace mayor y yo
Sonrío al verlo
Te velo cada noche
Te amare siempre

¿Acaso importará entonces?

Camina despacio. Ayer me lo dijiste al oído y tal vez casi no puedo recordarlo. Pero sé que está ahí. Tus palabras son mías. Son lo que me queda. Y qué más da si se acaba el tiempo. Y qué más da si de pronto un día soy sólo un recuerdo. ¿Acaso importará entonces?

Como una droga que ya he probado

Más de una vez me ha ocurrido, que he confundido realidad y ficción.

A pesar de ser quien soy, a veces me hago más pequeña sin razón aparente. A veces me parece que cualquier vida es mejor que la mía.
Aquí empiezo a observar la llegada silenciosa de la melancolía y la tristeza. Van unidas. De la mano. Y sonríen seductoras como una droga que ya he probado.

Y es difícil sabes. No me aportan nada pero he de tener cuidado...
El latido del corazón se ralentiza e incluso la respiración.
Por un segundo vuelven imágenes...

Y yo me pregunto qué busco. Qué añoro.

Pero luego aparto el velo y observo la realidad...

Y lo que veo me confunde, si cabe, aún más.

Tesoros

Atesoro un recuerdo en una cajita.

Es un recuerdo especial. Un recuerdo lleno de magia, que de vez en cuando me gusta mirar. A veces se escapan pequeños flashes y me vienen a buscar.
He tratado de escribir sobre él en varias ocasiones, pero no es fácil. Es demasiado bueno para estropearlo con palabras.

Y aún así algo necesito decir.

Es un recuerdo de amistad.

Y aquí es donde las palabras se pierden. Aquí donde no se expresar el cariño que siento.
Porque en este caso no es una palabra vacía, sino llena de sentido.
No podría agradecer bastante la ayuda que me han brindado, el apoyo, la alegría transmitida. Las risas. Escucharme en mis lamentos y reír con mis locuras.

Traté de expresarlo todo en aquel último abrazo al despedirnos... aunque se me quedó corto.

Y atesoro un recuerdo en una cajita.

Es un recuerdo especial. El recuerdo de una primera vez. De un sentir que así debió ser.
De un sabor a menta, de un olor a hierba, de un color a piel.
De un lugar de paso.
Del balanceo de un columpio...

No me gusta soñar sola

Últimamente mi cabeza es como un tiovivo o una montaña rusa, o una noria, que dice una conocida mía. Sea lo que sea... empiezo a temer por mi salud mental.

Leí hace poco que merecemos soñar y vivir el sueño. Aunque sea en nuestra cabeza. Una vida secreta que sólo nos confesamos a nosotros mismos.
Lamentablemente soy de un material transparente que se niega a ocultar nada.

Eso no es con todo el mundo, eso está claro, pero sí aquellos que importan. Es como si esa fuese la sencilla clave de mis secretos. Lamentable, a la par que... ay -suspiro- mágico y esperanzador. Bueno, y también una fuente de disgustos, mira que fina cuando lo digo.
Pero hoy quiero centrarme en otra cosa. Creo.

La cuestión es que no me gusta soñar sola. Es lo que tiene. Lo que tengo.

Cuando... la respiración se ralentiza, cuando la piel se estremece, cuando la electricidad me sacude, me gusta soñar que vienes conmigo. Me gusta pensar que estás más cerca de entenderme. Que cada día que pasa me acerca a bañarme en tu comprensión.

Y cada día estoy más cerca. Y cada día nos acerca.

Un águila surcó el cielo

El camino de vuelta fue más largo que el de ida. Parecía que hubiese volado hasta aquella ladera la primera vez. El sol caía con fuerza sobre la llanura y los colores amarillos y blancos lo cubrían todo.
Pero el poblado estaba cerca del lago, donde algunos árboles rompían la monotonía cromática.

Un águila surcó el cielo y la siguió con la vista. El corazón se saltó una latido al reconocerla. Su cuerpo se relajó.
A unos diez metros una mirada masculina la miraba de forma reprobatoria. Pero la censura no podía esconder el brillo de felicidad de sus ojos.

La visión

Nube Blanca se levantó. No recordaba cuánto tiempo había permanecido allí. Tal vez varios días. El tiempo era irrelevante en situaciones como aquella.
Sintió el entumecimiento en las piernas y cierta sensación de mareo. Inestabilidad.
Pero a pesar de eso su visión había sido clara.

Miró la explanada que se encontraba a los pies de la montaña.
Debía regresar.

Voy perdiendo

Quisiera ser opaca. Oscura. Impenetrable.
Quisiera ser acero. Fundido. Al rojo vivo.
Quisiera ya no estar. Ser aire. No ser nada.

Quisiera que la herida ya fuese cicatriz
Que no la abrieses siempre...
Desgarrando la piel

Presupongo que cada uno tenemos sólo lo que merecemos. No hay más.

Pensar de otro modo no lleva a ningún sitio.

Lágrimas que limpian la mirada

para hacerla más clara

más cristalina

Pero algunas veces trato de matar el lugar donde nacen las emociones

como si fuera una lucha a vida o muerte

porque a veces lo es

y yo voy perdiendo

Cuidado con lo que deseas

Le miró a los ojos. Estaba apenas a centímetros de su cara. Los ojos fijos en los suyos. Silencio... ni siquiera el sonido de la respiración de él.
Ella sonrió despacio.
-Ten cuidado con lo que deseas...
Alzó la mano y le rozó el rostro.

Él sintió un aleteo.

Preguntando que es gerundio

Cuando decides hacer una pregunta... corres el riesgo de conocer la respuesta. No aquella que esperabas, sino la que decidan darte.

Eso implica que quizá no te guste la respuesta.

También implica que quizá, y no me entiendas mal, que seguro que no es el caso... no te explicas tan bien como crees y se te malinterprete al preguntar.

A lo mejor, y sólo a lo mejor resulta que das por sentado su contexto, su razón. Y no es así.


Cuando decides hacer una pregunta estás apelando directamente a la confianza. Y aquí deberías plantearte cuan digno de confianza eres, pero sobre todo, si tu interlocutor lo sabe.

Porque no sólo hay que serlo, sino parecerlo.

Y aquí, amigos... lo diré bien clarito: No todo lo que parece es.
Eso dificulta bastante las cosas, y deja claro que siempre estamos abiertos a equivocarnos... y según el tamaño de nuestro ego podemos disfrutar de la certeza absoluta o tal vez sólo de un suponer.
Pero eso ya es entrar en harina de otro costal y en el horno no caben más bollos.

Pero lo que sí admito es que cada uno tiene derecho absoluto a decidir sus aprecios.

Pero corta

Y siempre igual

Vuelven las olas

A chocar

Y a chocar

Sin escuchar

Y sin sentir

Pero ya te conoces y terminas asumiendo que es mejor así.

Y mirando atrás sonríes, porque mejor remedio

que enfermedad.

Y que no sólo hay que serlo, sino parecerlo.

Aunque lo que es,

es.

Y la roca no es cristal

pero corta.

Un vestido rojo que no tienes

A veces la cabeza bulle. Bulle lena de ideas, de pensamientos, de sensaciones. De imágenes semiocultas y silencios que no callan.
Lo malo de esto es que acabas con una sensación de eco horrorosa, porque las imágenes se superponen, se van, regresan y vuelven a superponerse. Y tú no sabes qué camino tomar. Escribes sobre el amor o sobre el alma. Sobre un vestido rojo que no tienes.
Tampoco te lo pondrías porque el rojo es un color que destaca y tú -yo- no estás hecha de esa pasta. Tú sueles difuminarte con la masa. Sentarte callada y mirar. Tal vez te gustaría otra cosa, pero no sabes seguir el ritmo.

Y aun así a ratos te pruebas el vestido. Aunque sea en tu cabeza.

Y no te queda otra que reconocer la realidad.

Mini

A veces me acuerdo de ti. A pesar del tiempo pasado, a pesar de que ya no estás. De tu ronroneo, tus ojos dorados, tu pelo negro. Casi una pantera, manso cual cordero. Se me encoge el alma. Si alguien lo fue todo, ese serás tú.
Recuerdo el día que llegaste, y el día que noté tu ausencia. Amargo. Por ti, y solo por ti, creo en el cielo.
Hubo muchos más. Todos especiales. Dulces, cariñosos... retadores. Incluso cabrones. A pesar de todo, siempre serás tú.