viernes, 30 de mayo de 2014

Cada día sonrío

Lágrimas no vertidas.
Silencios que no callan.
Vacíos apenas llenos.
Distancias eternas.

Me equivoco cada día.
Cada día sonrío.
Cierro los ojos.
Respiro…

Ríos eternos que bajan.
Fuerza que me llena.
Nunca lagos calmos…
Cansancio.

Y cada día sonrío porque es lo que tengo.
Porque las lágrimas no riegan la vida.
Porque sigo errando y lo sigo intentando.
¿El qué?
Tal vez ni yo lo sé.

A la española sabe mejor

Y... el mundo no se acaba.

Que sí, que ya ves, menuda novedad... pero sinceramente podría haber pasado. 
Que es obvio que no hablo del Mundo con mayúsculas y en plan hecatombe (que todo puede ser), sino del mundo, en minúsculas.
Pero no. El mundo no se acaba. Y los peces siguen en el mar, y los pájaros vuelan alto. Esta bien no todos, mira las gallinas... Y los pingüinos bucean.... 
Pero no es bastante.

Que tampoco pedía yo el milagro de los panes y los peces. O convertir el agua en vino... Que eso lo hacía Jesús y me pilla lejos pedirle la receta...
Aunque -y podéis llamarme hereje- tampoco hay que ser muy listo. Basta con leer entre líneas, como conmigo. Y allí, escondida, se encuentra la receta: COMPARTIR.
Que tócate los cojones, ya entonces lo sabían...

Pero no ahondemos que no viene al caso.

Por alguna razón hoy me acordado de una inglesa militar para la que hice de au-pair. La mujer confundió términos y creyó que era su chacha 24/7. Lo que ella no sabía es que mobing se escribe en ingés, pero sabe mejor a la española.
Eso sí, los niños adorables.

Y es que el mundo no se acaba.


Aunque a veces sería bonito sentir el mundo del revés.
Aunque sea un ratito.

martes, 27 de mayo de 2014

Se me queda pequeño

Hace ya mucho que esta canción se convirtió en un reflejo de cómo me siento. Se me queda pequeño el Cielo, a pesar de que sería más fácil vivir en él.
Y a pesar de todo no se trata de... ¿de qué?



Mi barco, ese barco que bauticé La Consentida, va lleno de mis anhelos, de mis deseos, de mí.

Y también va lleno de mucha gente. Algunos apenas significarán nada cuando eche la vista atrás con el pasar del tiempo.
Sí lo hicieron en su momento, y por eso les di cabida. Pero otros... otros quedarán grabados por siempre entre el olor a sal y el sonido de las olas contra ese imaginario casco.

Pero la cuestión no es esa en realidad.

La cuestión es... que mi barco zarpa mil veces y no siempre subo. Que se me queda pequeño el Cielo y aún así no son mentira mis besos. Que si zarpa es contigo y conmigo, a pesar de que tú prefieras tierra firme.
Que si hay que empezar de nuevo empezaremos juntos. Aunque me cueste la vida.
Aunque nos cueste una vida.

Y que a día de hoy tú ves mis alas pero me acompañas... porque es lo que ves en mí. Y yo te sonreiré el día que me las reclames al no verlas. Porque nunca estuvieron, y lo sabes.

Que mis versos no son mentira. Que mi alma siempre ha sido pirata. Que en el fondo los dos lo sabemos.


Y qué decir...
te amo.

sábado, 24 de mayo de 2014

Confianza

Tan fuerte y frágil a un tiempo
Te la doy y te la pido
Doy tanta como te exijo
Piensa bien lo que decides
Todo tiene su equilibrio
Si la quiebras...

jueves, 22 de mayo de 2014

La loca que me habita

Salí del cine acompañada por el chico. Nos habíamos conocido el fin de semana anterior. En la discoteca. Diecisiete años. Quedamos para ir al cine. Me dejaste elegir. Que error. Debiste pensar que pareciendo dulce... 

Era alternativa. No supiste reaccionar. Te acojonó la temática. Al salir me dijiste, te llamo. Ambos sabíamos que no.

Subí al autobús y me senté al fondo. ¿Sería yo? Al cabo de un rato entro un yonki pidiendo. Le dije que no. Un momento después la loca que me habita me indicó... Saqué una moneda de cien pesetas... "Toma" le dije. "Y ahora que ya tienes el dinero, dime... ¿doy miedo?". Se quedó algo sorprendido. Le expliqué. "No", contestó. 

Esperé a que él se bajara y luego bajé yo.

Tiempo

Las estaciones pasan y
yo sigo aquí, parada, 
asiendo una armadura rota.

Pero de pronto entiendo 
que mi tiempo pasa 
temiendo lo inevitable.

¿De qué sirve esconderme?
¿No compensan mil malas 
por una sola buena?

martes, 20 de mayo de 2014

Poema con dueña

Este poema se lo dediqué en su momento a una mujer que pasó por un mal momento pero decidió salir de él. Aunque no fuera algo fácil.

Aceptaste sin reservas
cuando no lo merecían
Te mostraste como eras
y emprendiste tu camino

En mitad de la vereda,
a la orilla de los pinos
un rayo de luz de luna,
reflejo en tu piel desnuda.

A veces es solo un poco
necesario para verlo.
O quizá fue mucho mas,
eso nunca lo sabremos.

Lo importante es que saliste
retomando tú las riendas
del semental que es la vida.

No dije que fuera fácil
Ni tampoco divertido
Pero es tu obligación
No quedarte en el camino
como un polvo zanjado en lo mas alto la decepcion se cierne sobre mi

jueves, 15 de mayo de 2014

Algún día

-Sigues aquí. -su tono era una mezcla de incredulidad y agradecimiento.
-Me pediste que me quedara.
-Sí... pero pensé... -su tono se apagó.

Los ojos de ella le miraron. Bailaban... Y como tantas veces no se tocaban.

-Desaparecerás. -dijo él.
-Algún día.

A veces me busco

Cuando imagino que soy otra no tengo claro lo que veo.

La imagen que me devuelve el espejo, hace años que no soy yo. Aunque ambas nos hemos acostumbrado a reflejarnos.

Los ojos... especialmente los días de sol... sí son míos.
Lo demás lo reconozco, pero no siempre me identifico.
Tampoco suelo perder mucho tiempo mirándome en los espejos, pero a veces me busco...


Y aunque me sorprenda a mí misma he de admitir que he empezado a encontrarme.
Que en realidad sé quien soy. Y sé que estoy.

martes, 13 de mayo de 2014

Un lujo del que no disfruto

Qué curioso, pero me siento como pez fuera del agua, jeje
Lo siento, mi marido lo llama humor inglés... pero habría que preguntar a los ingleses, a ver como lo ven...


Hoy camino por la senda que he elegido y tal vez disfruto más que nunca del paisaje que me rodea. 
Es un lugar a medio camino, o quizá ni siquiera tanto. Pero se acerca...
Se acerca tanto (aunque tan poco) que temo hacer movimientos bruscos que lo hagan desaparecer.

Nunca pensé que llegaría hasta aquí, y mucho menos que dejaría que alguien leyera mis cartas. No porque fueran buenas o malas, sino porque es como desnudarte. Y bueno, una cosa es desnudar el cuerpo, pero las ideas... se podría decir que te hace vulnerable. 
Pero no vulnerable a lo que digan. Vulnerable ante ti mismo. Porque implica admitir que lo que has escrito forma parte de ti.

Y admitirlo ante ti mismo. 

Porque escribir y borrar no es lo mismo. Necesitas enseñarlo para asegurarte de que es cierto, lo dijiste. Y a lo mejor te crees egoísta porque la gente no tiene porque sufrir tus penas ni disfrutar tus alegrías. Pero al final lo que haces es admitir que sientes y que no siempre eres coherente.

Porque ser coherente es un lujo del que yo no disfruto. Lo soy de cuerpo hacia afuera... pero dentro... dentro bulle siempre la sensación de que podría ser distinto, aunque a la vez sé que no quiero. O no puedo. 
Y a veces sí lo quieres, pero lo silencias. Y otras no sabes que lo que tienes es lo que de verdad quieres, porque no te das oportunidad a planteártelo.



En fin. Que me alegro de haber encontrado lo que encontré, incluso a aquellos que no pudieron ser. Y a los que nunca serán. Y a los que son. Y a los que continuarán. E incluso a los que estarán aunque no lo sepan.

Me gustan los lunes, me dan energía… y esto es sólo una reflexión sin mucho sentido que ni tan si quiera sé dónde ubicar.

lunes, 12 de mayo de 2014

Terreno virgen

Hay veces en la vida en que no te das cuenta, pero de pronto no eres el mismo. 
En ocasiones crees que sigues caminando por la misma senda. Pisando un camino previamente allanado. Pero no. De pronto estas en un pequeño desvío. Quizá imperceptible a primera vista, pero... real. 
Ya no caminas de la mano de tus compañeros de viaje... aunque están todavía a la vista. Tan cerca que podrían seguirte. Darte la mano. Caminar en paralelo.

A veces es un camino conocido, aunque no transitado. 
Y sientes la necesidad de desviarte, aun sabiendo que te traerá problemas. Y lo haces... pero apenas unos pocos pasos... y ya sabes que todo podría cambiar. No ves a lo lejos, si los caminos son paralelos o se bifurcan. Y tú sientes que en realidad ese es tu camino. 
Pero también sabes que llevas mucho a tu espalda. Que no siempre puedes caminar sola. Que arrastras una gran mochila. 

Y luego está la cobardía. 
La cobardía de no querer hacer daño a los demás aunque en ese caso seas tú quien lo sufra. Tú quien siga mirando al horizonte, soñando con cosas que pudieron ser y no son. Pero el coste es alto. 
Y no siempre te permites dañar a los demás sólo para ser lo que querías. 
Eso es de valientes o de inconscientes. O un poco de todo.

Y yo no soy valiente. No se enfrentarme a la vida y decir... esto es lo que hay.
Porque como bien sé... lo que ves no es lo que hay. Siempre hay más.

Pero sigues soñando. Porque eso no puedes evitarlo. Mirando por la ventana. Tranquilo por estar donde estás. Pero bullendo por dentro... despacito. A fuego lento. Sintiendo ese calor que te caldea las entrañas.



Porque a veces caminas y sin darte cuenta pisas terreno virgen. Simplemente párate y valora.
Los que se aman seguirán. Los que aman esperaran.

viernes, 9 de mayo de 2014

Pero con otras aplicaciones

Estoy harta de tanto pastelito y tanto comer a deshoras. Que no me engorda, pero me destroza el estómago... total, que es como una úlcera.

Hablemos del rencor.

Yo no me he considerado jamás rencorosa, pero tal vez no tengo claro lo que es.
Rencor es cuando alguien te toca las narices y te la guardas para devolvérsela. Con creces a ser posible.
¿No?

Y eso no es lo que yo siento.
Yo quiero aclarar que me has tocado las narices y que sabes... encima me has hecho sentir culpable.

¿Y por qué?
Porque sí. Por el morro. 

Y qué pasa... que el terreno culpa lo conozco bien. 
Es como el terreno negación pero con otras aplicaciones.
Pero es que yo no tengo la culpa de todos los males del mundo.


¿En serio podemos juzgar por unas pocas palabras?
¿Por una frase "mal" dicha?

¿Y por qué mal dicha?

Mejor no sigo que me caliento...


Primero... creer conocer a alguien no es conocerlo. Tal vez sea pretenciosa, pero ¿acaso no lo es lo contrario?
Y segundo... pretender que no te juzguen cuando lo haces tú primero es de jugar con la baraja marcada. 

Por ejemplo, pretender que yo soy la misma que hace un año es ridículo.
Pero ambas somos la misma, porque el poso está en mi fondo.

Soy muchas cosas en una. Y lo que ves no es siempre lo que hay.
¿Es eso mentir?
No. Es dejar atrás. Avanzar.
Es cargar con mi equipaje, con mi pasado, con mi presente.
Es ser presente sin obviar el pasado.
Y tal vez mis miedos afloren.
Porque el ser humano tiene muchos más miedos de los estrictamente razonables.
Y un pasado.
Que fue ayer,
pero también antes de ayer.

Y por eso... sólo por eso... te respeto y no te increpo. 
Porque entiendo que tú cargas el tuyo y no me atañe.

Porque en cierta manera fuiste justo.
O así quiero sentirlo.


Así que una vez expuesto el pensamiento... así quedamos. Sin rencor.

martes, 6 de mayo de 2014

Carta abierta

Me encanta escribir cuando sé que no estás. Cuando no hay destinatario, o si lo hay... está ausente. Entonces te escribo a ti pensando que quizá nunca lo leas. Te escribo a ti sabiendo que no nos conocemos, pero al tiempo no me juzgaras por lo que diga. Porque eso da libertad.

Del amor al odio va un paso. Pero yo no te amo, así que no podría odiarte. Además ni aun quien se lo ha merecido lo ha logrado. Y desgraciadamente hay quien se lo ha merecido. Gente que ha estado desde que el mundo es mundo. Pero odiar desgasta, y el cuerpo es sabio, y no ando sobrada de energía.

Como es una carta abierta diré solo generalidades, como que me ha gustado conocerte (o no, que hay mucha gente leyendo) y que aunque llegue el día que esto se acabe me acordare de ti. Porque tengo memoria para detalles sin importancia. Tal vez en algún momento leí algo y pensé... creo que está empezando una relación... o, creo que lo está pasando mal con su pareja... o, esta triste... o, hoy no me creo lo que dice... He pensado en varios de vosotros, pero no seré yo quien lo detalle.

Si sigo aquí es porque me gusta escribir. Es compulsivo. Y aquí digamos que además no lo hago solo para mí. Aun así se me queda corto a veces... y otras es demasiado. 

Ayer soñé con el foro. Pero en mi cabeza lo transforme en una guardería... y alguien trato de quitarme mi juguete. No digo mas... que fuerte!! Jajaja. Es broma, es broma. Ando cansada y no quiero abusar de mis contactos habituales. :-p (y al que me quito la pelota... lo tengo fichado, jajaja)


Escrito hace más de un año

lunes, 5 de mayo de 2014

Háblame

Se levantó. Era tarde. Brillaba un suave halo a su alrededor. Estaba callada. Hacía ya mucho que no le hablaba.
-Háblame –le pidió el.
Le miró. Aspiró el aire despacio. El corazón de él casi dejo de latir. Miró su boca, deseaba oírla.
Pero ella… soltó el aire suavemente y simplemente inclino la cabeza.