Al parecer el Nirvana es ese lugar espiritual donde alcanzas la felicidad plena, ausente de dolor y deseos. Bueno, yo no diría que estoy carente de dolor y deseos, pero lo de felicidad plena es cuestión de tiempo.
Lo primero es tener ausencia de expectativas (recordemos que hablo a nivel personal, no soy gurú de nada). Porque a mayores expectativas, mayor puede ser la decepción. Claramente tengo deseos de conseguir cosas, algunas me harían especialmente feliz y las deseo mucho mucho. Pero tengo claro que mi felicidad no depende de ello.
Y conste que tengo la costumbre de realizar listas anuales donde escribo lo que desearía lograr ese año. Listas que no tienen porqué ajustarse a la realidad, y que son absolutamente generales. En algunos casos he de reconocer que lo que escribo es poco realista. Otras cosas son básicas y las cumplo día a día (lo que podríamos llamar objetivos a pequeña escala pero no por ello menos deseables). Y la escondo.
Sí, sí, la escondo. Antes la escondía de forma que lo olvidaba y aparecía casi tres o cinco años más tarde y... se me ponía la piel de gallina de recordar el momento en que la escribí y ver cuán lejos quedaban algunos puntos (tal vez incluso porque habían dejado de importarme) y cómo otras cosas se habían acercado a la realidad.
Ahora tengo un lugar especial para la lista, aunque igualmente me olvido de ella. No hay una fecha clara de sacarla y hacer balance, ni de renovarla. Simplemente un día me surge sin más la idea y... es el momento. Esta última vez arriesgué más y puse fecha, jiji. Así sabré con más exactitud cuánto tiempo ha pasado.
He de reconocer que me sorprendí de cosas que había escrito. Y de cómo desde que hago esto es como si mi subconsciente tuviera un objetivo. Porque en el fondo, todo lo que escribo es posible en su justa medida. No pido imposibles tipo... conocer un actor de Hollywood, aunque... Uhm... lo valoraré para mi próxima lista.
Lo segundo que he aprendido es a aceptar la realidad. Es decir, lógicamente no se trata de ser conformista con absolutamente todo, pero tampoco hay nada sano en cerrar los ojos y empecinarse en que las cosas deben ser como yo quiero. ¡No lo son! Aprende a vivir con ello.
En esta parte entraría por ejemplo N.
Adoro a N., y me encantaría ver a N. Y él siempre (quien dice siempre dice un par de veces al año puesto que vive lejos) me promete que quiere venir a verme y que tiene muchas ganas. Y a veces me dice una semana concreta en la cual pasará por aquí un día u otro de la semana. Por ahora no se ha dado el caso de que eso suceda y siempre hay un imprevisto, pero yo sigo ilusionándome.
La verdad es que yo sé que no va a venir. Pero quiero que venga. Y disfruto pensando que realmente quiere venir. Aquí la decisión es clara, o bloqueo a N. de mi vida o acepto este juego. Y quizá incluso algún día venga...
En fin, que acepto a N. como es porque lo que me hace sentir en positivo supera a la decepción de saber que no sucederá.
Creo que hay que aceptar a la gente como es o simplemente apartarla de tu camino. Porque de otro modo fingiremos que aceptamos como son hasta que los tengamos donde queremos, y ahí empezarán los reproches. He estado casada dieciocho años y sé de lo que hablo... y en el fondo sé que querría volver a tener pareja. (Mierda, esto que no salga de aquí, que mi yo consciente no está a favor y luego me monta un pollo).
Resumiendo, que la vida es la que es, y no se trata ni de fingir que es todo rosa ni de verlo todo en negro. La paleta de colores es muy amplia y hay que saber cuándo usar tonos pastel y cuándo una gama eléctrica. Cuándo disfrutar la vie en rose, y cuándo un periodo gótico.
El hospital me ha convertido en una blandengue.....
7 comentarios:
Las mejores cosas de la vida no son cosas
Como mi curiosidad es legendaria ¿no me pasarías tres o cuatro de las entradas de esa lista? Para ver que deseas para ser feliz.
SI, a N y a todo el mundo mundial hay que aceptarlos como son, o apartarlos, pero para nadie convertirlos en otra persona (no nos gustaría que hicieran eso con nosotros) Si te enrollas con el Che, no le pidas que se afeite.
Supongo que eso que no quieres que sepa tu yo consciente es un deseo ahora diferente en sus términos a la primera vez. Hay nuevas condiciones.
Y quiero adivinar que en tu siguiente lista aparecerá "no visitar el hospital en todo el año"
Animo, el Nirvana corre poco y se deja. Será tuyo.
Te voy a decir algunas cosas de mi lista, ni de lejos todo, solo para que te hagas una idea.
Para empezar están los deseos primarios, que son aquellos que se anteponen absolutamente a todo lo escrito después:
-Seguir siendo independiente económicamente
-Seguir siendo una buena madre
Para mí es básico no dar por hecho las cosas.
Luego están los que sabes que no se cumplirán porque hay muchas cosas por delante, pero eso no te quita la ilusión:
-Comprarme una pluma muy concreta y que vale sueldo y medio para reponer la que me rompió hace cuatro años mi hija y cuyos restos tiré porque me provocaban tal ira al verla que decidí que ni como recuerdo podía mantenerla.
Y luego están los grises que están entre un extremo y el otro:
-Hacerme otro tatuaje.
Respecto al Che, no es mi tipo, aunque no por la barba, me gustan los hombres con barba tanto como los que no la llevan, pero mejor sin puro.
Y si... yo diría que "conseguir un diagnóstico y un tratamiento efectivo" serían un buen deseo, pero eso no depende de mí.
Besos y gracias por tu deseo, Guille :)
lo primero: Muchas gracias.
Los deseos primarios son de los esenciales.
No dar por hecho las cosas es una de las verdades verdaderas que son recomendables.
¿Que pluma concreta? (Ya te dije que soy curioso genético)
¿Otro? Cuantos tienes. Y ya puestos donde y que son...¿y el nuevo, donde y qué?
No hay de qué ;)
La plumas MontBlanc, con émbolo incorporado y tienes que cargarla directamente en el tintero.... un poco más gruesa que las normales. La mía tenía un diseño único con fondo azul y lunas doradas pero ahora es imposible encontrarla. Querría una.... pero el diseño también me gustaría que fuese especial. Pero no he mirado tanto que paso de amores imposibles jiji.
Y tatuajes tengo cuatro que parecen tres, y quiero cinco, que parezcan tres. Y sobre formas y lugares voy a mantener la intriga, al menos por el momento :)
La pluma parece magnifica.
Y seguro que disfrutaras de mantener la intriga pero yo quedo cada vez mas intrigado
...de las formas.
...y de las zonas.
Sí... en la vida debemos tener un plan... un proyecto... una lista de cosas por hacer...
Lo ideal es que dependa de nosotros el completarlo... o el modificarlo, si las circunstancias cambian...
Y en todo caso, que sus resultados nos permitan están mejor...
Así que, tóxicos y agoreros... abstenerse.
Brindo por ello Manolo :)
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