domingo, 18 de septiembre de 2016

Lo de menos es el tiempo

Creo que es francamente bonito cuando llegas a ese punto con una persona en que te conoce lo suficientemente bien como para detestarte pero en cambio pasa por alto tus puntos negativos.
Es raro porque a veces tengo la impresión de que soy justo su antagonista y que le resulto cargante (ya digo que me conoce mejor de lo que parece), y aún así nos vemos al menos una vez al mes, lo que para mí no es habitual.


Creo que mi relación con A. ha evolucionado de forma positiva. Él ha pasado por una relación y ahora está iniciando otra, pero seguimos teniendo contacto.
Creo que es precisamente el saber que no hay expectativa de nada más lo que nos ha llevado a esto.
No ha sido fácil, porque teníamos diferentes formas de ver las cosas... y hubo un momento en que esas diferencias me hicieron mucho daño, pero ahora creo que hay cierto equilibrio. Todavía hay que pulir cosas. Lo de hacer amistades a ciertas edades ya no es tan fácil.

Para mí A. es especial. No creo ni de lejos que él sea consciente de ello, más que nada porque soy un coñazo de persona que cuando estamos juntos no para de quejarse de todo, pero la realidad es que le quiero mucho. Bueno, sí lo sabe.
No soy de amistades efímeras. Soy de lealtades extrañas.
Creo que lo que más me gusta de A. es que hay mil cosas en mí que detesta pero es capaz de pasar por encima de ellas. Bueno, me suelta cada zasca que no veas, pero es mutuo y en realidad es ahí donde radica nuestro nexo. Tienes que conocer bastante a alguien y quererle para ser capaz de decirle verdades a bocajarro y que acaben en risa.
Ahí radicaban parte de nuestras diferencias. No es fácil lograr el equilibrio.

Espero que esta relación que ha iniciado le salga bien porque por más que presuma de duro y de solitario en el fondo necesita alguien que le quiera. Con sus defectillos y su necesidad de espacio, pero que le quiera tal cual es. Y es un tío genial. Y yo lo sé porque cuando estoy con él me siento bien.
Quizá me siento siempre un poco en duda de si me estoy pasando de protestona, pero es que me cuesta horrores controlar eso.

Pero él me gusta porque a grandes rasgos nunca me ha fallado. Es un tío de palabra. Y si dice que viene, viene, Y si no lo hace es por causa mayor, aunque pocas veces se ha dado el caso. Y si dice que no, pues no.
Y me gusta porque siempre me contesta. Tres horas después, un día, al momento... no creo que el tiempo sea importante. Creo que cuando alguien se toma el tiempo necesario para contestarte a algo que te preocupa, a algo que te alegra, lo de menos es el tiempo que tarda en hacerlo si la respuesta es real. Y hazme caso si te digo que son cosas que se notan... y mucho. La gente tiende a contestar rápido y mal (yo la primera, por eso luego vuelvo a contestar, más tarde y bien).

Quiero a A. Sé que acabaría hasta los huevos de mí si nos viéramos más, y aún así a veces me gustaría tomarme una copa con más frecuencia con él, o ver una peli... pero en general estoy satisfecha con esta extraña amistad.
Creo que es mi ideal porque me da todo el espacio del mundo, tiene su vida, me responde como amigo y quedamos ocasionalmente. En realidad no creo que yo le permitiera a nadie acercarse mucho más. Vamos, sí lo sé. No lo haría.

No tenemos más relación que la del interés
sé porqué le intereso a él
sé porqué me interesa a mí.
Y mientras exista el respeto, el tanteo
el cariño
funcionará.

2 comentarios:

Marrubi dijo...

Y yo que me alegro niña.
Si tu estás bien, el resto es secundario.

Un beso enorme, preciosidad.

Tatu dijo...

Yo tb me alegro.
Yo procuro estar bien siempre, de ahí mis rebotes cuando no es así jiji.

Besazos marrubita! !!!