sábado, 3 de septiembre de 2016

El limbo

Mi optimismo se ha difuminado como la estela de un avión en el cielo. Sí, dura un poquito, pero giras la cabeza, y cuando vuelves a mirar... ya no está. Así, sin más.

Para empezar me he dado cuenta de que me he cepillado una semana (mi última semana previa a la rutina) así sin saber ni como. Joder, que ya es sábado y ¡septiembre! Brrrrr.
En realidad es sólo una parte. Una parte de un todo que se retroalimenta con sus otras partes que a su vez conforman el todo.
Estoy enfadada. Y creo que es conmigo.

Para empezar estoy cansada de no hacer nada. Porque seamos serios, he estado en el hospital pero pfff.... excepto no comer un par de días por orden médica y ciertos desarreglos intestinales yo estaba bien. Es decir, me levantaba de la cama, me movía, comía casi siempre... y ahora estoy cansada. Cansada de la mierda de la tele, de las revistas del corazón (sí, supongo que debí pensar en la opción de un libro, pero le tiré a lo fácil), de no hacer nada.

Y para continuar estoy cansada de acertar. Porque una cosa es que N. no vaya a venir, pero que haga mutis por el foro cuando le invito a venir en los próximos diez días cuando quiera... Ya, ya sé que lo hice porque me estaba cansando de tanto mensajito carente de sentido. Pero podía disimular un poco y decirme a los tres días, "lo estoy intentando pero va a ser imposible...". Joder, currátelo al menos.
En fin, que no le bloqueo. Pero le borro. Nada nuevo bajo el sol.

En fin, que necesito volver a la rutina. A la mente ocupada, al cansancio sano que me obliga a dormirme a las diez a más tardar. A un poco de fresquito (no mucho, pero algo sí).
A bailar, a tomarme unas copas, a mantener una charla con dobles sentidos, a reír, a sentirme fuerte, a levantar de nuevo las murallas que me mantienen a una distancia prudente de los demás.


No estoy negativa, estoy vulnerable. Saturada.
La rutina me mantiene en un lugar conocido, y ahora estoy en un limbo. 

3 comentarios:

guille dijo...

Una de las cosas que me gustan mas del mundo mundial son las charlas con doble sentido.

Y reír es fundamental para una vida gozosa y saludable.

Tatu dijo...

Soy genial con las charlas y las risas... excepto bajo presión, que no hay tu tía. Pero eso cada vez se da menos ;)

Un beso Guille

guille dijo...

si eres genial en lo esencial, lo otro se puede aguantar... y a la tía siempre se le pueden romper las piernas y que no incordie mas.