Dos cosas de igual trascendencia, pero opuestas. Una buena y otra mala.
La buena es que alguien que conozco me ha ofrecido una posibilidad de empleo, pero como digo, es una posibilidad. No hay nada concreto. Una expectativa.
Sinceramente, tal y como me viene la vida últimamente una expectativa ya me levanta la moral.
Si finalmente la posibilidad se concretase creo, que a pesar de los cambios que implicaría, lo aceptaría. Con ganas. Muchas ganas.
Pero es pronto para ilusionarse.
La segunda es una mierda.
Le afecta directamente a mi marido y es injusto. Injusto por inmerecido. Injusto porque es un gran tío. Mierda de vida. Y ahora me siento como si fuese parte de una conspiración para hundirle, y nunca fue esa mi intención.
Esta claro que algo falla conmigo.
Tengo la impresión de que no se a que juego.
A solas o juntos.
No se puede todo.
Me dueles y duelo.
No puedo evitarlo.
Y tengo miedo a que te vaya mal sin mi
Porque sé... que aunque poco he colaborado en otros aspectos...
Te he dado estabilidad
Y ahora de pronto te la quito
Y me siento una mierda
Porque me viene grande
2 comentarios:
Interesante tu manera de escribir y ver al mundo que te rodea
Gracias.
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