martes, 15 de noviembre de 2016

Zapatos de cristal que indican el camino

Hoy me siento como si me hubiesen regalado unos zapatos de cristal. No los de Cenicienta, sino unos propios y su magia es diferente. En su caso es como si esos zapatitos me indicaran el camino ante mí.
Un camino mil veces más luminoso que el de ayer. Un camino feliz. Un camino lleno de esperanza.



No he mirado aquel papel que está escondido tras un recorte de revista que me indica que visualice mi futuro, pero me da igual, porque en cierto modo sé lo que quiero.

Definitivamente quiero a A. Es un idiota, pero de los que se lo perdonas. No soy tan masoquista como me hubiera gustado. No disfruto con el dolor. Le quiero pero no voy a sentarme a esperar imposibles mientras las telarañas del dolor me impiden moverme. 
Le quiero a pesar de sí mismo y a pesar de mí misma, pero sé lo que no voy a repetir. Le quiero con reservas y sin ellas. Le quiero hasta el punto de que no vaya a dolerme. Con el respeto que requiero.
Así que me encanta seguir hablando con él, y si algún día nos vemos disfrutaré dándole un abrazo o lo que se tercie. Pero no voy a quedar con él. Nos movemos en los mismos círculos, todo puede pasar.

Y tengo una amiga! Eso es clave para mí. Cierto que soy nueva en esto, pero estoy contenta. Soy nueva en lo de tener una amiga a nivel físico. Virtuales tengo muchos y de los mejores. Pero poder ir al cine con alguien, cenar con vino mientras ponemos verde algún capullo no floral y cosas así, eso es nuevo. Y me gusta mucho.

A N. lo perdí por el camino. Y lo cierto es que no lo lamento. Era un tipo extraño y casi diría que su único objetivo era confundir. Incluso creo que se confundía a sí mismo más de lo que él creía. Bye.

Y sigo teniendo a B y M. Imposible no decirlo. Son los mejores del mundo. Lástima de la distancia. Siempre recordaré aquel primer encuentro... él sentado en el sillón fumando y ella de pie a la entrada del salón. Y cuando soltó aquello y lo único que yo pensaba era... fin de trayecto. pero no. Y me alegro muchísimo.

Y el trabajo es como es, pero lo tengo. Y lo quiero. Y ahora mismo estoy contenta.

Y no solo eso. En este último año he encontrado un círculo de gente con la que relacionarme en el cual me he hecho un hueco. No son amigos propiamente dichos, pero cumplen su función. Y nunca se sabe si algún día se afiance con alguien una amistad... ya ha pasado una vez, jiji.

4 comentarios:

guille dijo...

Estás que te sales.

Pos m'alegro.

Tatu dijo...

Un poco si... es que se nota el cambio :)

AlmaBaires dijo...

:) ...no estoy muy elocuente (nada diría rinde mejor la idea) pero quería dejarte una huella ...smu@cksss!

Tatu dijo...

Guapa! Espero que estés genial, sino ya sabes donde estoy :)
Me encanta que pases aunque solo digas eso ;)