De verdad que yo le pongo ganas, pero hay ciertas cosas que no cambian. Como la barrera invisible de malestar que me rodea cuando hablo con mi ex.
No estoy segura de cuanto es real y cuanto costumbre, pero es instantáneo.
Desde la semana pasada ignoro las preguntas que a mí entender son inapropiadas y sigo la conversación como si nada.
No me resulta fácil, pero todo es práctica.
No. Dudo que tenga con él una relación fluida. Me obliga lo indivisible y punto.
Me molesta que no haya perdido ciertos hábitos.... y doy fe de que el otro día me mordí la lengua por no soltarle una burrada.
Que no digo yo que sea mal tipo. Sólo que no lo aguanto.
2 comentarios:
algunas veces hay gente que no se ubica en realidades que han variado. No ven que lo que fue ya no es.
Y si, es un incordio.
Si.... justo eso. Un incordio.
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