Y al llegar al extremo el agua caía en el vacío. El ruido ensordecedor de una catarata lo tapaba todo. El piar de los pájaros, el rumor de lashojas, el rumor de las aguas...
El aire se impregnaba de gotitas de agua. La humedad era palpable. Costaba respirar...
Era posible seguir ahí, de forma indefinida. Olvidar los rumores, las brisas, los silbidos... añorarlos.
Pero tras un recodo se atisbaba la calma. Casi escuché piar a un petirrojo cuando salió volando.
Ya estaba cerca...
3 comentarios:
Cada vez más cerca :-)
Un beso enorme.
Muy poco. Es cuestión de ceder y relajarse.
Besos preciosa brujilla
Solo un poquito más de paciencia... Besos.
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