Se levantó. Era tarde. Brillaba un suave halo a su alrededor. Estaba callada. Hacía ya mucho que no le hablaba.
-Háblame –le pidió el.
Le miró. Aspiró el aire despacio. El corazón de él casi dejo de latir. Miró su boca, deseaba oírla.
Pero ella… soltó el aire suavemente y simplemente inclino la cabeza.
8 comentarios:
UY!!! QUE MAL,,, SE HA QUEDADO ESPERANDO OIR SU VOZ.
UN BESAZO TATUADA!!!
No siempre se obtiene lo que realmente se necesita..
Besitos
Creo que a veces hay que dejar ir. A veces hay que respetar los tempos...
Escribí estos fragmentos hace tiempo.
Un besazo LORD! :)
No siempre. Pero no hay que abandonar por eso.
Un beso enorme MaRía :)
El grado de inclinación, no explicado, es muy importante.
:P
Besos.
Jajaja... me encargaré de averiguarlo. Yo calculo que no mucho. Lo normal para un quiero y no puedo.
Un beso, y gracias por la sonrisa :)
A veces cuando alguien te dice ¡hablame!, es cuando ya no hay nada que decir...cuando se ha dicho todo, aunque nunca se haya escuchado.
Un beso.
Eso también es cierto Marrubi, a veces ya se ha dicho todo. Sin palabras, pero se ha dicho.
O no hay nada que añadir...
Un besito dulce :)
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