Como una droga que ya he probado

Más de una vez me ha ocurrido, que he confundido realidad y ficción.

A pesar de ser quien soy, a veces me hago más pequeña sin razón aparente. A veces me parece que cualquier vida es mejor que la mía.
Aquí empiezo a observar la llegada silenciosa de la melancolía y la tristeza. Van unidas. De la mano. Y sonríen seductoras como una droga que ya he probado.

Y es difícil sabes. No me aportan nada pero he de tener cuidado...
El latido del corazón se ralentiza e incluso la respiración.
Por un segundo vuelven imágenes...

Y yo me pregunto qué busco. Qué añoro.

Pero luego aparto el velo y observo la realidad...

Y lo que veo me confunde, si cabe, aún más.