Ains.... tengo tanta gente que adoro y que me ha ayudado a ser quien soy. Y tengo tantos recuerdos que me invaden.
A ratos me siento una idiota que molesta con sus paranoias, pero ya he pasado esa fase en la que me encerraba en mí misma hasta casi volverme loca. Ahora respeto a los demás pero también soy un poco egoísta, como diría un amigo mío, y expreso lo que quiero.
Desde que dejé el puto DIU he recuperado la cordura, pero de nuevo me desestabilizo emocionalmente cuando ovulo o me viene la regla. Pero ya no a los niveles de antes. Ahora lo controlo bastante y sólo me vuelvo un poco ñoña, pero vamos.... lo mismo que los borrachos. Y encima mi hígado no sufre, yo sí que sé.
A lo que voy, que ando emotiva y emocional. Pero estoy bien.
He retomado contacto con A. Y eso me encanta. Pero tb he encontrado a alguien que me gusta tanto como él.... pero en un sentido más.... más. Jiji.
Vosotros no me vengáis con que adelante y que lo diga y bla bla. Yo eso lo entiendo como filosofía de vida , pero no es mi estilo. No pierdo nada ni gano nada. Yo soy así. Necesito mi tiempo. Las cosas que se hacen deprisa tb se acaban deprisa.
Me gusta mucho y ahora es lo que me importa. Hablar con él, reírme. Y tal vez ilusionarme a mí modo.
Porque yo sé que podría enamorarme. NOTA: que yo me enamore no implica nada más. Para que pase algo más son dos las personas que deben hacerlo. Y tampoco se hunde el mundo si no es así...
De todas formas yo estoy feliz de sentir.
jueves, 28 de abril de 2016
martes, 26 de abril de 2016
Cuando te han herido tanto...
Ya no se trata de corazas ni escudos. Ya no se trata de miedos. Ni de límites. De trata de que cuando te han herido tanto que casi respirar dolía, no puedes permitirte volver ahí.
Pero en realidad no es cierto. La verdad es que una parte de ti se ilusiona sin hacer muchos aspavientos. Pero se monta su fiesta particular. O como poco, la organiza.
Y de pronto todo es una mierda.
No es que haya cambiado nada. Es que no había cambiado nada. Irónico, ¿no? Pues no.
Estoy enfadada porque no me gustan ciertas cosas de mí. Estoy enfadada por colgarme de la gente sin siquiera ser consciente. Y no me gusta imaginar que la gente es como yo deseo. Y menos me gusta ser la idiota que comprueba de nuevo que la soledad acompañada es la peor.
Y no me gusta que de nuevo he encontrado a alguien con quien ilusionarme cuando no hay de qué ilusionarse.
Odio que la gente sea confusa.... aunque muy probablemente sea yo que voy muy perdida. Soy idiota.
Me gusta alguien y no me gusta sentirlo. No me hace sentir bien. Es raro. O no. No sé.
Me gusta alguien y sólo puedo sentir que no quiero que se entere jamás. Me siento vulnerable e idiota. Me siento a la espera de... algo malo. Muy malo.
Algo que duela. Que me haga sentir que no soy nadie.
Y es que en parte ya me duele.
Cuando siento que alguien me gusta lo que siento es que se me encoge el corazón y mis emociones se bloquean. Y lo que me surge de forma instintiva es alejarme de esa persona. Desaparecer.
Llorar alivia un poco, pero a nivel general.... que alguien me guste es como la cronica de una muerte anunciada.
Y ahora le tienes miedo a cualquier cosa. Así que te haces una pelotita antes de que nada ocurra.
Has aprendido a ver en la distancia. Y asumes siempre lo peor. Es instintivo.
Así que te cierras en banda antes de tiempo, por mucho que tú sepas que no es bueno.
También te alejas de todo aquello que lleva aroma a "lo he vivido", aún cuando ni de lejos se perciba.
Pero en realidad no es cierto. La verdad es que una parte de ti se ilusiona sin hacer muchos aspavientos. Pero se monta su fiesta particular. O como poco, la organiza.
Y de pronto todo es una mierda.
No es que haya cambiado nada. Es que no había cambiado nada. Irónico, ¿no? Pues no.
Estoy enfadada porque no me gustan ciertas cosas de mí. Estoy enfadada por colgarme de la gente sin siquiera ser consciente. Y no me gusta imaginar que la gente es como yo deseo. Y menos me gusta ser la idiota que comprueba de nuevo que la soledad acompañada es la peor.
Y no me gusta que de nuevo he encontrado a alguien con quien ilusionarme cuando no hay de qué ilusionarse.
Odio que la gente sea confusa.... aunque muy probablemente sea yo que voy muy perdida. Soy idiota.
Me gusta alguien y no me gusta sentirlo. No me hace sentir bien. Es raro. O no. No sé.
Me gusta alguien y sólo puedo sentir que no quiero que se entere jamás. Me siento vulnerable e idiota. Me siento a la espera de... algo malo. Muy malo.
Algo que duela. Que me haga sentir que no soy nadie.
Y es que en parte ya me duele.
Cuando siento que alguien me gusta lo que siento es que se me encoge el corazón y mis emociones se bloquean. Y lo que me surge de forma instintiva es alejarme de esa persona. Desaparecer.
Llorar alivia un poco, pero a nivel general.... que alguien me guste es como la cronica de una muerte anunciada.
viernes, 22 de abril de 2016
Pintalabios rojo
Necesito un escritorio. Un lugar donde sentarme frente al ordenador y escribir tranquilamente.
He visualizado como hacerlo...
No es que sea imprescindible pero no tener un sitio hace que escriba desde el móvil y que no pueda revisar siempre la ortografía o poner fotos. Cierto que escribir prima sobre la estética pero a veces es un complemento necesario.
Hoy me he comprado un pintalabios rojo.
En fin, tenía ganas de soltarlo. Nunca me he pintado los labios de rojo. Y creo que me va a dar vergüenza hacerlo, pero también creo que es cuestión de actitud. Y creo que ha llegado ese momento.
Hasta ahora sentía que me faltaban cosas, que yo necesitaba un cariño externo o algo.
Ya no lo creo.
Creo que hoy en día las formas de relacionarse son muy amplias y si bien yo no voy sobrada de amigos a nivel físico.... eso no los hace menos reales.
La realidad es que nunca he sido una persona sencilla. O tal vez justo al contrario. soy tan simple que no puedo enredarme en los recovecos de las relaciones sociales. La diplomacia sólo es lo mío cuando creo que voy a herir a alguien sin necesidad, lo que extrañamente no coincide con las ocasiones en que los demás creen que es un buen momento. Claro que me la sopla... o no del todo pero no voy a cambiar por eso.
Lo de amoldarme a otros no funciona a largo plazo.
Mañana me pondré mi pintalabios rojo. Y mañana saldré de cena en un grupo que no conozco, porque ya había quedado en ello. Pero después voy a tomarme un tiempo (tal vez breve, tal vez no) para conectar conmigo.
Si voy a relacionarme que sea porque voy a disfrutarlo, no porque siento la necesidad. Al menos no en abstracto.
Hay gente por la que podría sentir esa necesidad, pero lo curioso de esas cosas es que no suele haber correspondencia. O todavía no me ha pasado.
Pintalabios rojo. Será curioso sentirlo.
He visualizado como hacerlo...
No es que sea imprescindible pero no tener un sitio hace que escriba desde el móvil y que no pueda revisar siempre la ortografía o poner fotos. Cierto que escribir prima sobre la estética pero a veces es un complemento necesario.
Hoy me he comprado un pintalabios rojo.
En fin, tenía ganas de soltarlo. Nunca me he pintado los labios de rojo. Y creo que me va a dar vergüenza hacerlo, pero también creo que es cuestión de actitud. Y creo que ha llegado ese momento.
Hasta ahora sentía que me faltaban cosas, que yo necesitaba un cariño externo o algo.
Ya no lo creo.
Creo que hoy en día las formas de relacionarse son muy amplias y si bien yo no voy sobrada de amigos a nivel físico.... eso no los hace menos reales.
La realidad es que nunca he sido una persona sencilla. O tal vez justo al contrario. soy tan simple que no puedo enredarme en los recovecos de las relaciones sociales. La diplomacia sólo es lo mío cuando creo que voy a herir a alguien sin necesidad, lo que extrañamente no coincide con las ocasiones en que los demás creen que es un buen momento. Claro que me la sopla... o no del todo pero no voy a cambiar por eso.
Lo de amoldarme a otros no funciona a largo plazo.
Mañana me pondré mi pintalabios rojo. Y mañana saldré de cena en un grupo que no conozco, porque ya había quedado en ello. Pero después voy a tomarme un tiempo (tal vez breve, tal vez no) para conectar conmigo.
Si voy a relacionarme que sea porque voy a disfrutarlo, no porque siento la necesidad. Al menos no en abstracto.
Hay gente por la que podría sentir esa necesidad, pero lo curioso de esas cosas es que no suele haber correspondencia. O todavía no me ha pasado.
Pintalabios rojo. Será curioso sentirlo.
domingo, 17 de abril de 2016
La misma..... pero no
Sigo siendo la misma que de vez en cuando se satura y se bloquea. Todo parece que va genial y de repente me vuelven las ganas de desaparecer y aislarme del mundo.
Al menos no sigo siendo la misma que se deja llevar por el primer impulso. Y mira que me cuesta....
Sigo siendo la misma que se ahoga cuando hay un exceso de emociones. Creo que lo tengo todo controlado y a ratos amenazo con romperme.
Al menos no sigo siendo la misma que se rompía cuando no controlaba una situación. Y mira que no hacerlo me provoca inseguridad...
Sigo siendo la misma que se ilusiona en la misma medida que se recuerda que no merece nada. En esa ambivalencia que me hace dudar de quien soy yo. O como soy.
Al menos no sigo siendo la misma que se negaba a creer en nada. Y mira que es difícil...
Y es que sigo siendo la misma. Con sus excesos, sus miedos, sus latidos desordenados.
Pero no sigo siendo la misma que lo percibía como algo malo. Ya no me pinto del color de la pared para ocultarme, y si la cago solo vuelvo a levantarme.
Y es que sigo siendo la misma que soñaba con príncipes azules....
Sólo que estos me tocan el culo...
miércoles, 13 de abril de 2016
El amor lo dictan las tripas
Necesito verbalizar esto. No significa nada... pero si no lo suelto me comera por dentro, y esa energía no quiero perderla.
Yo... claro que en el fondo deseo enamorarme. Claro que una parte de mí imagina bonitas tardes post coito abrazada viendo una peli, o hablando -ya sé que soy una romántica, no hace falta que me lo digáis-. Y también imagino a un tío que me de un beso y un abrazo en lugar de enfadarse cuando me desboque enfadada. Veis como soy una romántica....
Total, que soy una fémina más. Con sus sueños tontos iguales al resto.
Pero es que no me apetece repetir errores. Ya no me vale sólo querer a quien me quiera. Quiero corresponder a quien yo sienta.
Y eso no es tan sencillo.
Para empezar para querer a alguien necesito sentir que merezco que me quieran a ese nivel. Estoy reparando muchos daños internos pero ese aún no lo he logrado.
Mi autoestima necesita su tiempo. Ese es un nivel muy profundo....
Pero siempre queda la ilusión. Y esas pequeñas rafagas que a veces me atraviesan cuando imagino cosas. Pero también es cierto que ahora la cabeza gana al estómago. Porque el amor lo dictan las tripas....
Yo... claro que en el fondo deseo enamorarme. Claro que una parte de mí imagina bonitas tardes post coito abrazada viendo una peli, o hablando -ya sé que soy una romántica, no hace falta que me lo digáis-. Y también imagino a un tío que me de un beso y un abrazo en lugar de enfadarse cuando me desboque enfadada. Veis como soy una romántica....
Total, que soy una fémina más. Con sus sueños tontos iguales al resto.
Pero es que no me apetece repetir errores. Ya no me vale sólo querer a quien me quiera. Quiero corresponder a quien yo sienta.
Y eso no es tan sencillo.
Para empezar para querer a alguien necesito sentir que merezco que me quieran a ese nivel. Estoy reparando muchos daños internos pero ese aún no lo he logrado.
Mi autoestima necesita su tiempo. Ese es un nivel muy profundo....
Pero siempre queda la ilusión. Y esas pequeñas rafagas que a veces me atraviesan cuando imagino cosas. Pero también es cierto que ahora la cabeza gana al estómago. Porque el amor lo dictan las tripas....
martes, 12 de abril de 2016
Lealtad
Se dio cuenta de que se había aislado hasta tal punto que acabaría por ahogarse en su propia soledad.
No era una soledad impuesta, sino elegida. Aunque si lo pensaba bien no se trataba de una elección desde la libertad. Había un miedo a sufrir detras de cada barrera, de cada escudo protector.
Ella tenía una alta tolerancia al dolor físico. El umbral del dolor era muy superior al del resto, pero eso no le evitaba sentirlo. Era tan humana como el resto de los mortales. Y tal vez cuando ese dolor llegaba era más fuerte. Más difícil de soportar.
Pues con el dolor emocional era parecido. O peor. Ese era un dolor agudo que se había acostumbrado a sentir. Y simplemente vivía con esa distancia emocional al resto. No se enfadaba... ni sentía decepciones. La gente rara vez se paraba a pensar en las promesas que hacía. Sus palabras se habían convertido en un ruido sordo ante el que asentir y sonreír.
Quizá por eso cuando alguien cumplía con aquello que había prometido pues... las corazas temblaban.
Y en especial, aquellos que cumplían su palabra, dada sin necesidad, eran los que lograban adentrarse entre los muros, aunque muchas veces no fueran conscientes.
Y es que bien vale la lealtad quien te ofrece una palabra que es lo que dice ser.
No era una soledad impuesta, sino elegida. Aunque si lo pensaba bien no se trataba de una elección desde la libertad. Había un miedo a sufrir detras de cada barrera, de cada escudo protector.
Ella tenía una alta tolerancia al dolor físico. El umbral del dolor era muy superior al del resto, pero eso no le evitaba sentirlo. Era tan humana como el resto de los mortales. Y tal vez cuando ese dolor llegaba era más fuerte. Más difícil de soportar.
Pues con el dolor emocional era parecido. O peor. Ese era un dolor agudo que se había acostumbrado a sentir. Y simplemente vivía con esa distancia emocional al resto. No se enfadaba... ni sentía decepciones. La gente rara vez se paraba a pensar en las promesas que hacía. Sus palabras se habían convertido en un ruido sordo ante el que asentir y sonreír.
Quizá por eso cuando alguien cumplía con aquello que había prometido pues... las corazas temblaban.
Y en especial, aquellos que cumplían su palabra, dada sin necesidad, eran los que lograban adentrarse entre los muros, aunque muchas veces no fueran conscientes.
Y es que bien vale la lealtad quien te ofrece una palabra que es lo que dice ser.
lunes, 11 de abril de 2016
Salud, dinero y amor
Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor.
Salud. Bueno, ahí andamos. Quizá no puedo comer la mayoría de los alimentos, pero eso me asegura estar delgada ¿no? Y bueno, lo de ir a un restaurante es algo que me da pavor, pero eso me ayuda a ahorrar ¿no? Además siempre me queda la opción de quedar para beber, que el alcohol aún puedo digerirlo si no es en exceso.
Pero bobadas aparte, la salud me acompaña.
Dinero. Dinero... yo diría trabajo. Ahí sí que diría yo que casi la pondría en primer lugar. Aquí lo llevo mal. Actualmente lo tengo, pero ya se sabe... pende de un hilo. Un hilo que a veces se ensancha pero que a días amenaza con romperme.
Pero nada gano dando pena.
Amor. Paso.
No confío en el amor, en ser correspondida. He salido muy tocada de mi matrimonio.
Así que simplemente no es una variable.
Pero no mentiré... se que estoy a la defensiva, y que no es sano.
Lo bueno... que he aprendido a reconocer (y valorar) las muestras de cariño reales. Lo malo... que las aprecio tanto como las temo.
Salud. Bueno, ahí andamos. Quizá no puedo comer la mayoría de los alimentos, pero eso me asegura estar delgada ¿no? Y bueno, lo de ir a un restaurante es algo que me da pavor, pero eso me ayuda a ahorrar ¿no? Además siempre me queda la opción de quedar para beber, que el alcohol aún puedo digerirlo si no es en exceso.
Pero bobadas aparte, la salud me acompaña.
Dinero. Dinero... yo diría trabajo. Ahí sí que diría yo que casi la pondría en primer lugar. Aquí lo llevo mal. Actualmente lo tengo, pero ya se sabe... pende de un hilo. Un hilo que a veces se ensancha pero que a días amenaza con romperme.
Pero nada gano dando pena.
Amor. Paso.
No confío en el amor, en ser correspondida. He salido muy tocada de mi matrimonio.
Así que simplemente no es una variable.
Pero no mentiré... se que estoy a la defensiva, y que no es sano.
Lo bueno... que he aprendido a reconocer (y valorar) las muestras de cariño reales. Lo malo... que las aprecio tanto como las temo.
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