Pero aunque no siempre seamos conscientes, todos los finales tienen un principio. Y a veces hay que pararse, mirar atrás, tirar un poco del hilo y volver a enrollar la madeja. No porque creamos que hemos errado la dirección, sino precisamente lo contrario. Para consolidarnos en nuestra postura.
Probablemente nos sorprenda lo rápido que ha pasado el tiempo si hemos estado inmersos mucho tiempo en una lucha interna. De pronto abres los ojos y te cagas en todo. ¿En serio alguien duda lo que es un agujero negro? Es darte cuenta de que todo podría ir más deprisa, sí. Pero al tiempo saber que es imposible.
Y además es bien sabido que lo importante es el viaje. Participar, lo llaman. Oye, que si gano tampoco me voy a quejar.
Pero cuidadito con eso, que no estamos en una sala de bingo o similares. Aquí no hay una sola combinación ganadora. Aquí cada cual disfruta a su manera.
Y Dios a la de todos, ¿no?
Pues tiene que estar gozando de lo lindo.
En fin, yo sigo en stand by, metida de lleno en un proyecto, que si bien no va a ninguna parte ya es un tema de salud mental.
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