jueves, 4 de agosto de 2016

Pensando en ti, Amor

Es mejor amar que estar enamorado.
Cuando amas, lo haces a pesar de los defectos, las carencias o la oscura realidad. Quizás no sea tan oscura, pero claramente no tiene ese brillo cegador que da estar enamorado.
Y es que estar enamorado es dejar de ser tú. No ves más allá de su mirada, más allá de su sentir. Y eso en un primer momento no suena mal, pero tal vez llegue el momento en que te es cuenta de que has cedido gran parte de tu persona en pos de algo que no era tal.
Y luego llegan los reproches.

Lo de amar no es fácil. Yo creo que es mucho más difícil,  porque exige cierta madurez. O más bien exige aceptar al otro como tal. Y.... ah, pequeño saltamontes! ! Eso es mucho decir. Y además debe ser recíproco. Ahí ya te cagas y comprendes que locura es esto del amor, que diría algún poeta.


Se trata de asumir que no somos perfectos, pero nos negamos a cambiar sin que ello suponga un desafío al otro. Queremos lo que quiere todo el mundo: alguien que nos acepte como somos. Y es que no somos tan especiales como imaginábamos...
Pero debemos ofrecer lo mismo.

En mi caso necesitaría al alguien que entienda mis neuras,  mis cambios de humor, que me abrace todas las noches y me de mi espacio todos los días. Necesito a alguien imposible, que me acepte en mis diatribas con el día a día y que me permita exaltarme cuando me enfado. Es que al final se me acumula dentro si lo aplaco y eso acabará conmigo.
Alguien que convierta mis restas en sumas.... y alguien que se gane el derecho de admisión, que ya son años poniendo trampas en el camino.

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