Definitivamente he entrado en bucle. Y eso es malo porque se me acumula la energía y no tenho vía de escape. Y al final acabo retroalimentandome y la voy a liar.
Pero no.... que estoy trabajando el asunto de la contención. O más bien el de la madurez o su puta madre.
He entrado en bucle y estoy enfafada y ya no se ni porque. Y la realidad es que busco guerra. Pero ya no soy la inconsciente qie era y he quemado algunos puentes (bien por mí) que me impedirán perderme en la batalla.
Porque en el fondo eran batallas perdidas, vacías de contenido.
Pero me he hecho mayor (psss puritita mentira, pero aquí estamos) y mejor diluirme entre letras que perderme en la nada. La nada.... ¿habéis leído Momo? La nada es una mierda. Se lo traga todo y solo te queda vacío.
A mi eso no me pasa. Siento las letras bullir entre mis venas, y en mi pecho. Si las escucho me hablan de sexo, de peleas, del calor de unos cuerpos. También me hablan de caballos, dragones y espesura verde en la montaña.
No les hago mucho caso porque son solo dibujos breves sin continuidad. Son más escalofrios internos que frases con sentido.
Es casi echar de menos un buen polvo, el beso que te cuenta qué te espera. Los dedos que se aferran a tu nuca. No quería hablar de sexo pero estoy enfadada y además en tiempo de abstinencia involuntaria así que... qué más da.
Creo que lo hago todo muy complicado. Voy a simplificar. O duermo o limpio.
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