Total, que a lo que vamos. Ayer tuve mi pequeño bajón, a lo que contribuyó en gran medida el despido (no es por ti, es por mi, me dijo la empresa, a lo que yo le miré con ojitos tristes y pensé "y qué más da, si el resultado es el mismo"). Claro, la calma emocional de estas tres semanas contribuyó a la aparente calma post despido. Pero aunque no veamos el agua moverse, si no se pudre es que está en movimiento. Así que acabé haciendo una de esas cosas tan mías que es ir y... Ves, ahora no me sale la expresión.
Digamos que algo que me hace sonreír.
Lo pensaba hace un rato. La vida pasa muy difícil y siempre tratamos de hacer felices a los que queremos. ¿Y qué pasa si nosotros no somos felices?
Ser feliz es algo que no te da nadie. Y lo cierto es que nunca lograré hacer feliz a nadie que no desee serlo. Porque nunca tendrá bastante. ¿Me pasa lo mismo a mí?
Yo sí sé lo que deseo. Y empiezo a hacerme mayor.
Llámame egoísta pero quiero sentirlo. Quiero sentir de nuevo ese breve roce al cielo. Quiero sentirme de nuevo como una supernova. Porque ahora me siento como esa estrellita pequeña que se asoma entre las nubes. Pero es que hay mucho más...
Sonrisas... en la mirada.
2 comentarios:
Una vez más, no. Siempre has de ser una estrella, grande, única y brillante. Y sí, tú misma has de darte brillo. Lo que tú no hagas por ti, sabes seguro que nadie lo va a hacer.
Un beso enorme.
Lo sé, lo sé lo sé... aunque a veces lo olvido.
Bueno no lo olvido, es que es difícil.
Besos enormes
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