domingo, 12 de abril de 2015

Llámalo amor propio

Pero la realidad es que todavía no tengo esa seguridad que trato de aparentar, y en ocasiones flaqueo y amenazo con venirme abajo. Porque me siento una farsa.

Relacionarse desde la barrera es fácil. Lo complicado es cuando bajas a la plaza.


No tengo ni puta idea de cómo realmente se me ve desde fuera, porque eso es muy subjetivo. Los que me aprecian me verán estupenda, pero no es de ellos de quien hablo.
Aunque lo importante es cómo me veo yo. Pues me veo.... a ratitos. Pero vamos, que ahí voy.

Lo que sí me he dado cuenta es que tengo que manejar con mucho cuidado las emociones, los sentimientos, porque un paso en falso y acabaré en una pequeña crisis de ansiedad. Mi autoestima está a media hasta. Pero me niego a dejarla caer. Llámalo amor propio.
Pero reconozco que a veces agota un poquito.

5 comentarios:

MaRía [Capri ] dijo...

Agota , Tatu
a veces esa coraza nos oprime tanto que nos quita el aire y si uno intenta camuflar como está pero no es el remedio, solo una máscara ante todos.. es bueno decir como esta uno, porque así te podrán abrazar cuando necesitas ese abrazo, o escuchar cuando necesites soltar lastre, o leerte como yo ahora ..las corazas suelen pesar mucho en la vida .. incluso más que las heridas
El golpe es el mismo , más seco ... si sabe
un besito

Amando dijo...

Agota tatu...agota mucho...mantenerse en pie...simplemente porque nos respetamos a nosotros mismos lo suficiente para no dejarnos caer al fondo...es muy duro...
pero cuando flaqueamos...debemos agarrarnos a ello a lo poco que puede mantenernos erguidos...aunque haya dias...como el mio de hoy...en que parezca que nada mejora...
y...no olvides nunca...que da igual como te vea el mundo...solo tienes que mirarte tu... y gustarte a ti misma..
un besote

Tatu dijo...

Gracias a ambas. Y a quien me habló por otro lado.
No pasa nada, a veces es mejor decir algo en voz alta y asumir que tienes miedo para poder afrontarlo. Pero ahí sigo.

Y sí Amando, tengo que gustarme yo... que me gusto... pero a veces dudo si quisiera ser de otra forma.
De todas maneras de cada paso se aprende y al final acabo tomando la dirección que me parece. Y los miedos dejados atrás nos refuerzan, y como mínimo me queda la risa. Porque a reirme de mí no me gana nadie, que eso me da perspectiva. Y a llorar, también, pero eso procuro que sea cada vez menos.

TORO SALVAJE dijo...

Ves con cuidado.
La ansiedad se dispara en primavera.
Cualquier pequeño desequilibrio emocional y ya la tienes dentro.

Besos.

Tatu dijo...

Lo hago, pero se agradece el aviso, Toro.
Pero los desequilibrios son tan grandes que me mantienen en mi lugar. Cuando amenaza con desbordarse cambio la actitud.... la mantengo bajo control.

Besos