Era de esperar. Si me empeño en vivir con los ojos cerrados tarde o temprano chocaré con algo.
Pero aquí sigo, dando vueltas y sin decidirme a cambiar las cosas.
¿Por qué?
Podría divagar sobre ello mil páginas, pero de nada serviría. La realidad es que aquí sigo.
Cansada de mi propia cobardía.
Pero son cosas mías. Luego pondré una sonrisa y jugaré a un juego que no domino.
2 comentarios:
Dicen que el miedo es un enemigo atroz que está en contra de la felicidad...
El miedo, la comodidad, la incomodidad...y tantas miles de cosas más que hacen que quedemos estáticos en el lugar de siempre. No es malo tampoco...pero si deseamos cambiar algún día algo de nosotros hará el clic para que podamos hacerlo.Seguro.
Un gran abrazo
Me encanta este blog
Ah... sí, que razón tienes preciosa Novak. La felicidad es muy vulnerable, y siempre ansiamos llegar a ella.
Yo creo que he llegado al momento clic... pero quiero combinar demasiados factores. ¿Podré? La respuesta depende del día...
Un gran abrazo y gracias por tus palabras...
Por cierto tu blog no me deja comentar (desde hace tiempo te sigo)
Publicar un comentario