A veces, aunque el camino parece despejado, aunque el horizonte se muestra en las distancia, jirones de niebla se agarran a la ropa. La niebla espesa que ocasionalmente nubla tu vida no siempre quiere desaparecer.
Y aunque es el sol el que te guía... sabes que no siempre es de día.
Tú me llamas tu faro. Yo tanto no me atrevo.
Yo sé que te acompaño.
Que estoy siempre a tu lado.
Sé que me necesitas, como yo a ti te amo.
Así... que por favor... disipa los jirones. Necesito tu ayuda.
2 comentarios:
Voy leyendo poco a poco.
No creo que deje muchos comentarios...
Hay cosas que me gusta hacer por el simple hecho de disfrutar con ellas...en silencio.
Tranquila, lee a tu ritmo... No se desde fuera, pero para mí releer según qué me desgasta mucha energía.
Te entiendo... y me gusta esa sensación.
Un besito silencioso :)
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