Descubrí un día que si lo rompo, o si lo borro, no tiene el mismo efecto sobre mí. Es como dar una bocanada mientras te hundes en el agua. Un vano intento que se ve superado por la realidad.
Y la realidad es que necesito escribir.
Así que un día encontré un lugar donde me sentí lo suficientemente cómoda como para mostrar lo que escribía. Para permitirme escuchar lo que otros opinaban a leerme. Simples conversaciones por escrito. No tan simples en realidad.
Ciertamente no filosóficas, no trascendentales... pero sí intensas, divertidas. Reveladoras.
Por el camino me di cuenta de que necesitaba mi lugar. Había empezado a aficionarme a los relatos. Normalmente escribía uno, me avergonzaba por lo mal escrito que estaba y lo borraba. Pero un día decidí no borrarlo. Y de ahí surgió el otro Blog.
Los poemas son... bueno, vienen de serie.
Y aquí estoy.
Necesito un lugar tranquilo donde contar que me he perdido cuando me siento perdida. Que me han vencido cuando no encuentro salida. Que estoy tranquila cuando se calman las aguas. Que soy feliz cuando estallo en llamaradas.
Allí continuaré publicando mis relatos eróticos, sensuales, sugerentes. Relatos que me encantan y que me envuelven. Me gustan sus personajes, sus historias. A veces suyas, a veces mías. Y aquí... soltaré parrafadas sin mayor pretensión que la de no saturar allí, jajajaja. Porque en el fondo los años nos ayudan a entendernos.
Si bien no tengo nada que decir, a veces se me amontonan las letras. Y me gustan mis relatos. Llámame egolatra, jajajaja. Hubo un tiempo en que me hubiese preocupado. Ahora ya no.
Si algo me preocupa es no tener un trabajo. No poder viajar tanto como me gustaría. No poder comprarle a mi hombre sus caprichos tecnológicos para festividades tontas... Pero que me gusten mis letras he aprendido a llevarlo.
Me gusta vivir sus vidas a partir de sus letras sabiendo que yo tengo la mía. Escribir no es desear ser otra. Es imaginar que sentiría otra y darle forma. Es más seguir sus pasos que jugar a ser Dios. Me sorprendo a mí misma muchas veces.
Hoy es un día de paz. Y tengo muchos. Pero hay días de mierda que me acechan. Principalmente porque no sé ser lo que se espera de mí. Y admito que soy muchas cosas: dulce, divertida, cariñosa -como todo, depende de con quien...-, fiel, inflexible... pero ante todo soy difícil, porque soy tal cual. Nadie me enseñó a ser diplomática, especialmente cuando creo que tengo la razón.
Pero por hoy ya está bien. Sólo espero que tarde un tiempo antes de sentir que me ahogo...
Besos...
Necesito un lugar tranquilo donde contar que me he perdido cuando me siento perdida. Que me han vencido cuando no encuentro salida. Que estoy tranquila cuando se calman las aguas. Que soy feliz cuando estallo en llamaradas.
Allí continuaré publicando mis relatos eróticos, sensuales, sugerentes. Relatos que me encantan y que me envuelven. Me gustan sus personajes, sus historias. A veces suyas, a veces mías. Y aquí... soltaré parrafadas sin mayor pretensión que la de no saturar allí, jajajaja. Porque en el fondo los años nos ayudan a entendernos.
Si bien no tengo nada que decir, a veces se me amontonan las letras. Y me gustan mis relatos. Llámame egolatra, jajajaja. Hubo un tiempo en que me hubiese preocupado. Ahora ya no.
Si algo me preocupa es no tener un trabajo. No poder viajar tanto como me gustaría. No poder comprarle a mi hombre sus caprichos tecnológicos para festividades tontas... Pero que me gusten mis letras he aprendido a llevarlo.
Me gusta vivir sus vidas a partir de sus letras sabiendo que yo tengo la mía. Escribir no es desear ser otra. Es imaginar que sentiría otra y darle forma. Es más seguir sus pasos que jugar a ser Dios. Me sorprendo a mí misma muchas veces.
Hoy es un día de paz. Y tengo muchos. Pero hay días de mierda que me acechan. Principalmente porque no sé ser lo que se espera de mí. Y admito que soy muchas cosas: dulce, divertida, cariñosa -como todo, depende de con quien...-, fiel, inflexible... pero ante todo soy difícil, porque soy tal cual. Nadie me enseñó a ser diplomática, especialmente cuando creo que tengo la razón.
Pero por hoy ya está bien. Sólo espero que tarde un tiempo antes de sentir que me ahogo...
Besos...