sábado, 3 de agosto de 2019

Agua con limón

Pongamos un supuesto: es Navidad y no paras de ir a comidas familiares, cenas de empresa, copas con amigos, más comidas, más cenas, más copas... ¿No hay un momento en el que te sientes como atrapado? Te gusta la comida, te gusta la gente... pero sólo tienes ganas de que todo acabe y beber agua con limón.

A veces pasa eso, pero no con comida. Pasa con relaciones vacías. Pasa cuando te sientes fuera de lugar donde antes te sentías bien. Pasa cuando dejas de tomar tus decisiones porque todo el mundo argumenta que no siguen la lógica -su lógica-. Y pasa cuando te engañas creyendo que tienen razón.

Y aquí estamos, en el momento agua con limón. En el lugar más alejado de quien solía ser. Me gustaba quien solía ser... hasta que dejó de ser mi lugar, para ser el lugar de otros, a quien les daba igual quien era yo.


¿Y quién seré a partir de ahora? No lo sé. Solo sé que pasado un tiempo nos cansamos del agua con limón y de nuevo caemos en excesos. Ya veremos... Por ahora hay mucho que depurar.

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