Bajar los escudos y dejarlos caer te hace consciente de lo cansado que es sujetarlos. Y te demuestra que puedes con más de lo que nadie creería. Podrías sujetarlos tanto como fuera necesario y te retroalimentarías de esa fuerza. Pero ahora necesitas descansar y sanar algunas heridas. Ya mañana veremos lo que ocurre. Hoy sonríe mientras duermes.
1 comentario:
Yo casi soy más de sonreír mientras estoy despierto que, a pesar de todas las putadas que nos hacen, también tenemos motivos.
Besazo, guapa.
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